Hipnotizada y Abusada


Esta es una historia de hipnotismo, me llamo Adriana y les voy a contar lo que me ocurriĆ³ hace unos meses. Siempre fui una chica normal, decĆ­an que soy una chica fresa, eso sĆ­, dedicada a mis estudios, tenĆ­a muchos admiradores.



Un dĆ­a salĆ­ de la Universidad para ir a mi casa, habĆ­a un tipo que no me gustaba y que trataba de conquistarme, siempre trataba de evitarlo y no encontrarme con Ć©l; esperaba sola junto a la parada del bus, cuando Ć©l se me acercĆ³ y me dijo que querĆ­a hablar conmigo, obviamente le dije que estaba muy ocupada y que hablemos otro dĆ­a; en eso notĆ© que hizo unos movimientos extraƱos con su mano y me dijo que suba a su automĆ³vil, simplemente obedecĆ­ y subĆ­. PrendiĆ³ el carro y partimos hacia un lugar abandonado, una casa elegante que ha tenido, entramos y me dijo:



- Escucha Adrianita, en estos momentos estƔs bajo mi poder y vas a obedecer todo lo que te diga, en estos momentos eres mi esclava y vas a estar consciente de todo lo que ocurra.



ChasqueĆ³ los dedos y le dije que me deje en paz por favor, el tipo sonriĆ³.



- Quiero que te quites ese abrigo - me lo quitƩ.



- Ahora quiero que te metas los dedos en la boca y empieces a chuparlos como una chica enamorada - los chupƩ deliciosamente.



- Ɓbrete el pantalĆ³n.



Yo le decĆ­a:



- Por favor no - y al mismo tiempo obedecĆ­a sus Ć³rdenes, me bajĆ© la bragueta y me detuvo.



- Date media vuelta y quiero que te agaches e intentes tocar tus zapatos con tus dedos de las manos - cuando hice esto, el tipo estaba contemplando mi trasero que habĆ­a quedado expuesto ante sus ojos.



- Me gustas Adrianita, ahora, en esa misma posiciĆ³n quiero que lo hagas moverse en cĆ­rculos, quiero verlo - asĆ­ hice, comencĆ© a mover mi trasero y aunque yo estaba asustada, el tipo se reĆ­a.



- EstƔs muy rica perrita.



El tipo se levantĆ³ y me ordenĆ³ ponerme recta de nuevo y dijo:



- Ahora tu cuerpo va a reaccionar como si yo fuera el prƭncipe de tus sueƱos, quiero besarte, pero quiero que me beses enamoradamente.



Me rodeĆ³ con sus brazos y comenzamos a besarnos, yo sentĆ­a asco, pero mis labios lo besaban apasionadamente.



- Que cariƱosa eres Adrianita, y volviĆ³ a besarme.



MetiĆ³ sus manos dentro de mi pantalĆ³n que ya estaba abierto y sentĆ­ como empezĆ³ a bajarlo. Le querĆ­a decir que no lo haga, pero mi boca no podĆ­a resistirse a seguirse besando con este canalla, mi pantalĆ³n ya estaba a la altura de mis tobillos, me tomĆ³ de la mano y con el pantalĆ³n bajado me tomĆ³ de la mano y me llevĆ³ hasta las escaleras, fue entonces cuando me cargĆ³ y me subiĆ³ al segundo piso, me sentĆ³ en una cama y fue al baƱo, de ahĆ­ regresĆ³ con un vaso de agua y una pastilla.



- TĆ³mala nena, es un anticonceptivo, esto te protegerĆ” durante la acciĆ³n.



- SeƱor, dƩjeme en paz por favor, yo no quiero hacer esas cosas, dƩjeme ir.



A medida que querĆ­a seguir hablando, mi cuerpo me volvĆ­a a traicionar y tomaba sin problemas. Me quedĆ© ahĆ­ una media hora, tenĆ­a la esperanza de que el tipo se hubiera ido, transcurrido ese tiempo, volviĆ³, me dijo:



- Amor, ya debe estar haciendo efecto, podemos empezar a divertirnos.



- Por favor, no.



Mientras le decĆ­a esto, se acercĆ³ a mĆ­, me tomĆ³ de la cintura, me levantĆ³ y otra vez lo besaba apasionadamente, sentĆ­ sus manos recorrer mis piernas y acariciar mis nalgas y yo como una boba sin poder dejar de besarlo. Se alejĆ³ y mis labios querĆ­an seguir besĆ”ndolo, me dijo que me quede quieta un rato, riendo de nuevo me dijo:



- Que rico que besas, como toda una chica enamorada; ahora quiero que de la misma forma en que me besaste… (en ese momento se abriĆ³ el pantalĆ³n y metiĆ³ su mano); quiero ver cĆ³mo te besuqueas con este. ColĆ³cate de rodillas, aquĆ­ estĆ” tu comida, ricura.



Me puse de rodillas y tenĆ­a el aparato frente a mi cara, Ć©l me lo acercĆ³ y comenzĆ³ a pasarlo por toda mi cara, acariciĆ”ndome la cara con su tontera. Por si fuera poco, nos presentĆ³ asĆ­:



- Dr. Pene: disculpe que lo moleste, pero hemos descubierto que esta puta lo anda buscando para comƩrselo.



El infeliz, buscaba insultarme de esa manera: De ahĆ­, interpretĆ³ la voz del pene: “Se nota que es golosa, pero no sabe con quiĆ©n se metiĆ³ y ahora le declaro la guerra”. Dejando de imitar la voz de su pene, el tipo me dijo:



- Tremendos problemas en los que te has metido, ahora vas a chuparlo enamoradamente, pero siempre consciente de lo que te ocurre.



Luego comenzĆ³ a pasar su aparato por mi rostro nuevamente, llegĆ³ a mi boca, por mĆ”s que intentaba mantenerla cerrada, no me obedecĆ­a y saquĆ© mi lengua, recorriendo su pene, luego lo introdujo dentro de mi boca y no podĆ­a creer que estaba mamando de esa forma, lo chupaba como si fuera mi golosina preferida, pero en mi consciente estaba avergonzada de lo que me estaba pasando. El tipo se acostĆ³ y yo en posiciĆ³n de perrito, seguĆ­a buscando su aparato, no podĆ­a dejarlo, es una adicciĆ³n que el tipo me hizo. Luego me quitĆ³ el pantalĆ³n y lo tirĆ³ lejos, al igual que mis zapatos. Ahora el tipo comenzĆ³ a acariciarme el busto, suavemente me quitĆ³ mi camiseta y abriĆ³ mi sostĆ©n, mis senos saltaron y comenzĆ³ a jugar con ellos, mientras mamaba “enamoradamente”, Ć©l los apretaba, uno en cada una de sus manos. El tipo se puso de rodillas y yo seguĆ­a mamando, en eso sentĆ­ que sus manos acariciaban mi espalda, llegaron a mi cintura, luego a mi calzonario, al que habĆ­a tomado por los dos extremos y comenzĆ³ a bajĆ”rmelo. MirĆ”ndome fijamente me dijo:



- AsĆ­ te querĆ­a putita, como una profesional.



VolviĆ³ a hacerle hablar a su pene de esta manera: “AsĆ­ que tĆŗ eres la nena que me quiere comer, pues bien, estoy listo para acabar contigo”. Me sentĆ³ de espaldas a la pared, acercĆ³ su pene hacia mi boca y dijo:



- CĆ³metelo puta.



Introdujo el aparato dentro de mi boca, normalmente deberĆ­a sentir asco, pero el canalla acondicionĆ³ mi cuerpo para que no sintiera ningĆŗn asco, aunque en el fondo de mi consciente solo querĆ­a correr y vomitar; con sus dos manos me agarrĆ³ de los cabellos y comenzĆ³ a empujar hasta mi garganta;



- Escucha zorra, quiero que me mires mientras le doy sexo a tu boquita.



LevantƩ mi mirada hacia Ʃl y lo vi mirƔndome con desprecio mientras penetraba hasta el fondo de mi boca.



- Ahora quiero que me masturbes con la boca, sin ayuda de las manos.



SeguĆ­a lamiendo como una loca, luego me dijo que dentro de su aparato hay un pintalabios semen y que me pinte con su leche, finalmente el tipo me alzĆ³ la cara y me baĆ±Ć³ con su semen, “ahora pĆ­ntate, ricura”. TomĆ© el pene y comencĆ© a pasarlo por mis labios, como si me hubiera estado pintando y cuando acabĆ© lo volvĆ­ a meter en mi boca para limpiarlo, mientras tanto le pedĆ­ que me deje, me sentĆ­ un poco aliviada porque por lo menos no penetrĆ³ mi vagina. Se detuvo y me dijo:



- Ya ves que te encantĆ³, eso fue todo, ahora quiero que te vuelvas a vestir, pero sin dejar de chuparme el pene enamoradamente.



AsĆ­ me vestĆ­, aunque mi concentraciĆ³n estaba mĆ”s en mamarle a ese desgraciado, cuando me subĆ­a el calzonario, me dio una fuerte nalgada sonora; luego me puse el pantalĆ³n, la blusa, todo me lo puse de nuevo, sin embargo, antes de ponerme el brassiere me ordenĆ³ esperar un rato, trajo una jeringuilla y me tomĆ³ el seno derecho, me hizo un pinchazo suave, en mi mente estaba la idea de que me estaba drogando, luego tomĆ³ mi otro seno y tambiĆ©n lo pinchĆ³, guardĆ³ la jeringa en su empaque y comenzĆ³ a mover mis senos, era para que el contenido se mueva dentro de mĆ­ y se diluyera mĆ”s rĆ”pidamente.



- Eso fue todo amor, ahora quiero que te acuestes a dormir y complacerme cada vez que te lo pida.



El seguĆ­a hablando, cuando de repente se abriĆ³ la puerta y asomaron varios tipos de apariencia agresiva, me alegrĆ© porque este infeliz iba a recibir su merecido por todo lo que me hizo pasar.



- ¿QuĆ© sucede aquĆ­?.



El tipo pasĆ³ de asustado a agresivo y les respondiĆ³:



- He contratado una prostituta para esta noche y sin embargo no tengo privacidad.



- Lo sentimos, creĆ­mos que se trataba de alguna violaciĆ³n.



Lo grave era que mientras seguĆ­an discutiendo, yo no paraba de mamar, en eso se formĆ³ un silencio tenebroso y me percatĆ© de que todos se quedaron pendientes de mi mamada. Me dijo:



- Escucha Adrianita, esto no estaba previsto que ocurra asĆ­, querĆ­a jugar contigo toda la noche, ellos no saben que te estoy violando, pero ahora debemos preocuparnos de salvar mi pellejo, vas a complacerlos a ellos y vas a obedecer todo lo que te ordenen.



Se dirigiĆ³ al grupo de hombres, (creo que eran como unos veinte) y les dijo:



- Esta zorra es principiante, pero es complaciente, si ustedes gustan pueden jugar con Adrianita.



SacĆ³ por fin su pene de mi boca y se subiĆ³ su pantalĆ³n; se acercĆ³ un tipo sucio y barbĆ³n y me dijo:



- Eres linda, ¿de verdad que no hay ningĆŗn problema si queremos jugar contigo?.



Le respondĆ­ que puedo con todos, pero en el fondo no querĆ­a decir eso, en el fondo de mi ser lloraba y me desesperaba al no poder decir lo que pasaba. Lo que estaba por suceder iba a ser terrible, sin embargo, al mirar a todo lado, me di cuenta que el canalla culpable de todo, habĆ­a llegado a un acuerdo con ellos y vi como le daban dinero, el sinvergĆ¼enza cobrando a costillas mĆ­as.



Luego de discutir, se acercĆ³ un tipo donde mĆ­, el tipo era un viejo barrigĆ³n, puso sus manos en mi cintura, me dijo:



- ¿En verdad quieres divertirte?



Coquetamente le dije:



- Por supuesto.



Pero insisto en que no querĆ­a decir nada de lo que decĆ­an mis labios, sino, todo lo contrario, que me dejen libre y que no soy una prostituta como ese infeliz querĆ­a hacerme parecer, instintivamente puse mis brazos alrededor de su cuello y nos besamos, me dijo:



- CariƱo, quiero que abras la boca y saques tu lengua lo mƔs que puedas - asƭ lo hice.



Se acercĆ³ a mĆ­ y me dio una lamida con su lengua a la mĆ­a, luego otra y otra, mĆ”s tarde tenĆ­a mi lengua dentro de su boca, el tipo se chupaba y saboreaba mi lengua.



- Eres linda y que rico sabor tienes, ya veo que en realidad eres una principiante, pero todos te vamos a atender muy bien en esta noche.



Nos besamos de pie, yo tenĆ­a mis manos alrededor de su cuello y sus manos alrededor de mi cintura, lo besaba como si hubiera estado locamente enamorada de Ć©l, sentĆ­ como movĆ­a sus manos por toda mi espalda, se acercĆ³ un negro y comencĆ© a besarlo tambiĆ©n, al siguiente rato sentĆ­ caricias y agarrones en mi colita, luego tenĆ­a otras manos acariciĆ”ndome los senos, tenĆ­a manos por todo mi cuerpo. Uno de ellos interrumpiĆ³ todo y pidiĆ³ que se detengan un momento, todos le hicieron caso, querĆ­a que me ponga a bailar para ellos, todos se acomodaron en el sillĆ³n y comenzaron a silbar una canciĆ³n, obedeciendo sus Ć³rdenes me abrĆ­ el pantalĆ³n y me lo bajĆ©, luego mi blusa, iba a abrirme el sostĆ©n, pero me detuvieron, el tipo que ordenĆ³ que me detenga se fue al otro extremo de la habitaciĆ³n y me ordenĆ³ ponerme en posiciĆ³n de gatita, me coloquĆ© asĆ­ en el suelo, desde el otro extremo vi como el tipo se quitĆ³ el pantalĆ³n y dejĆ³ a la vista de todos su aparato, me dijo:



- Toma, toma tu lechita.



EmpecƩ a gatear hacia donde estaba Ʃl, uno de los tipos emocionados dijo:



- Pide tu leche maullando.



AsĆ­ gateaba en cuatro patas como un animal tratando de llegar al pene del tipo, no podĆ­a creer que iba diciendo miau durante mi recorrido. Cuando lleguĆ© a donde estaba Ć©l, mi boca instintivamente buscaba su pene, el tipo no me lo querĆ­a dar, se contentaba con acariciarme la cara con su pene, lo pasĆ³ por mis mejillas, por mi nariz, por mis labios y finalmente se decidiĆ³ a meterlo dentro de mi boca, era un sabor horrible, sin duda que el tipo venĆ­a reciĆ©n de orinar, ya no podĆ­a mĆ”s, querĆ­a llorar y no podĆ­a, me colocaron en el centro y enseguida estaba rodeada de penes por todos lados, todos ofreciĆ©ndomelos, mientras chupaba unos, otros me acariciaban la cara, entonces sentĆ­ que finalmente alguien abriĆ³ mi sostĆ©n y mis senos saltaron ante el aplauso de todos, sentĆ­ manos acariciando mis senos, fue cuando uno de ellos apretĆ³ mi seno derecho cuando supe de que se trataba la inyecciĆ³n que me puso el tipo culpable de todo lo que estaba sucediendo, sĆ­, habĆ­a inventado una inyecciĆ³n capaz de producir leche en los senos, el tipo se sorprendiĆ³.



- Escucha ricura, no nos habĆ­as contado que tienes bastante leche en esas tetas, asĆ­ que ponte en posiciĆ³n de vaca.



AsĆ­ lo hice, mis senos quedaron moviĆ©ndose, en eso tuve otro pene dentro de mi boca y a renglĆ³n seguido, tenĆ­a a los tipos debajo de mĆ­ como si fueran pequeƱos marranos, peleĆ”ndose por la leche de su mamĆ”, no podĆ­a creer que los amamantaba de esa manera y la leche no dejaba de salir, estaba asĆ­ cuando finalmente me quitaron el calzonario. Trajeron un vaso, metieron mi seno y sacaban la leche hasta llenarlo, salĆ­a tanta leche, que no demoraron en llenarlo, cuando se llenĆ³, me halaron la cabeza hacia atrĆ”s y me la regaron en toda la cara.



- TĆ³matela toda zorrita, que nosotros tambiĆ©n te vamos a dar leche.



Me pusieron de rodillas y habĆ­an tantos penes a mĆ­ alrededor, tratando de probarlos por turnos, hasta que uno tomĆ³ la palabra y dijo:



- La zorra estƔ muy buena, pero se nota que no va a poder con todos, por quƩ mejor no nos turnamos para jugar con ella.



Estuvieron de acuerdo y se sortearon el orden para darme sexo, (como eran demasiados tipos, solo les comentarĆ© lo que hicieron algunos de ellos, los que mĆ”s me hicieron sufrir). ComenzĆ³ un viejo barrigĆ³n, sucio y muy maloliente, me acostĆ³ en la cama, se estaba colocando encima de mĆ­ y mis brazos se abrĆ­an para recibirlo, nos estĆ”bamos besando, mientras tanto sentĆ­ como me levantaba las piernas y su aparato rozando mi vagina, mientras su boca besaba la mĆ­a, su mano me acariciaba los senos, comenzĆ³ a penetrarme, entre mis murmuros pude decir un auxilio, pero el tipo me malinterpretĆ³ y sonriendo me dijo:



- Yo auxiliarƩ tu vagina amor.



CreyĆ³ que era una frase de excitaciĆ³n y poco a poco fue introduciendo su pene dentro de mĆ­, como era mi primera vez me estaba doliendo, no pude evitar ponerme a gemir, metĆ­a y sacaba su pene dentro de mĆ­, mientras baboseaba mis senos. Luego me dejĆ³ y vino otro. Lo esperaba con las piernas abiertas, el tipo sonriendo introdujo su pene en mi boca, teniĆ©ndome las piernas levantadas con sus manos y penetraba mi boca, como si fuera una vagina, con ese 69 que hicimos, el tipo metĆ­a su aparato hasta mi garganta, al mismo tiempo que sentĆ­a cosquilleos por las lamidas en mi vagina.



Luego otro, este me hizo poner en posiciĆ³n de perrito y me puse a chuparle asĆ­, el tipo de pie, dĆ”ndome el pene, mientras sucedĆ­a esto, sentĆ­ caricias en mi colita, comenzĆ³ a nalguearme, luego tomĆ³ mi cabeza con las dos manos y la empujaba contra su pene, el tipo disfrutaba mucho, mientras mamaba, alguien se puso atrĆ”s de mĆ­, querĆ­a ver atrĆ”s, pero el tipo me sostenĆ­a fuerte la cabeza y no podĆ­a dejar de mamarle. SentĆ­ algo que rozaba con mi colita, luego imaginĆ© que era otro pene, querĆ­a decir que se aleje, pero como tenĆ­a mi boca llena, no podĆ­a decir nada, solo gemir. El que me estaba amamantando por fin retirĆ³ su pene de mi boca, se alejĆ³, pero el otro jugaba con mi trasero, abriendo y cerrando mi ano, hasta que un momento lo dejĆ³ abierto y comenzĆ³ a penetrarme suavemente, no pude evitar dejar escapar un ¡aaaahhhh!, mezcla de dolor y placer, el infeliz agarraba mis glĆŗteos y me empujaba hacia Ć©l, se divertĆ­a cabalgĆ”ndome, dĆ”ndome cada vez mĆ”s fuerte, la primera metida fue dolorosa, pero ese mete y saca ya me fue acostumbrando. Vino otro y me ordenĆ³ acostarme en el suelo, me levantĆ³ las piernas mientras me penetraba oralmente, puso mis piernas entre su cuello, mi vagina en su boca y sujetĆ”ndome fuerte se puso de pie, quedando yo de cabeza, mis cabellos negros se cayeron en direcciĆ³n al suelo y yo mamando en el aire.



- Adriana, que buena que estƔs y que rico sabor tienes.



El seguĆ­a caminando y otro tipo se habĆ­a acostado en la cama, me puso de pie nuevamente y el tipo acostado me ofrecĆ­a su pene, cuando caminaba el canalla que me hipnotizĆ³ sugiriĆ³ hacer una dramatizaciĆ³n de violaciĆ³n a todos, todos accedieron, me tomĆ³ de la mano y me dijo:



- Cuando oigas la palabra ahora, saldrƔs del trance, pero no podrƔs, ni intentarƔs agredir a ninguno de nosotros.



Se alejĆ³ y regresĆ³ con un paƱal, que me colocĆ³, como si fuera una bebĆ©; el tipo acostado me seguĆ­a llamando con su pene y me acerquĆ© a Ć©l, me agachĆ© y me puse a mamar golosamente, justo ese momento el cretino dijo la palabra Ahora y salĆ­ del trance, lo primero que me vino a la mente fue darle un buen mordisco, pero tenĆ­a la orden de no agredir a nadie, asustada saquĆ© mi boca de su pene y por fin pude llorar, ese momento llevaba puesto el paƱal y alguien burlonamente dijo que cuando las nenas lloran hay que darles su biberĆ³n, me alejĆ© de Ć©l y salĆ­ corriendo hacia la puerta, en donde me cerraron el paso y no me dejaron avanzar.



LlorĆ©, les supliquĆ© que me dejen, que no soy lo que ellos creen, uno dijo que ya no importa lo que haya pasado, lo Ćŗnico cierto es que habĆ­a mamado a todos y todos estaban calientes.



Uno de los tipos se acostĆ³ en la cama y me llevaron a Ć©l, me sentaron frente a Ć©l, con su pene frente a mĆ­, recorriĆ³ mi espalda con sus manos y me acercĆ³ a su boca, mis pechos se juntaron a su pecho, prisionera entre sus brazos, alguien se colocĆ³ detrĆ”s de mĆ­ y me penetrĆ³ analmente, los dos comenzaron a follarme al mismo tiempo, anal y vaginalmente, una penetraciĆ³n doble, nunca creĆ­ que sucederĆ­a eso, estar en medio de dos viejos babosos que no dejaban en libertad ni un centĆ­metro de mĆ­, se acercaron dos tipos y se pararon junto a mĆ­, el viejo me halĆ³ de la cabeza hacia atrĆ”s y los dos penes quedaron ante mĆ­, uno blanco y otro negro, asĆ­ que mientras era follada en mis huequitos inferiores, mi boca debĆ­a batirse entre dos penes, me penetrĆ³ el blanco y me ordenĆ³ mirar hacia Ć©l cuando estĆ© mamando, levantĆ© mi mirada y las lĆ”grimas me nublaron todo, luego me tomĆ³ el negro y me dio su pene, un momento mamaba al uno y al otro al otro, para el colmo cuando tenĆ­a uno de los penes en la boca, se burlaban y me decĆ­an: “Vainilla, chocolate, vainilla, chocolate…”, terrible, ofreciĆ©ndome penes de sabores y se reĆ­an los desgraciados. Me pusieron de rodillas en el centro de ellos, rodeada de tantos penes a los que mamaba turnadamente, uno de ellos me acostĆ³ en la alfombra, se colocĆ³ encima y puso su pene entre mis dos senos, los juntĆ³ contra su pene y empezĆ³ a excitarse con mis tetas, hasta que saltĆ³ su leche hasta mi cara, cuando acabĆ³ su cochinada, me ordenĆ³ limpiarlo con la boca, diciĆ©ndome:



- Que golosa eres Adrianita.



Otro me puso en posiciĆ³n de perrito y comenzĆ³ a cabalgarme, luego sacĆ³ su pene y sentĆ­ como me mojaba por detrĆ”s, sentĆ­ como su semen caĆ­a por la lĆ­nea divisoria de mi culo, el siguiente me puso de rodillas y me hizo mamar: “Quiero que saques tu lechecita con la boca”, asĆ­, hasta que sacĆ³ su pene y comenzĆ³ a baƱarme en la cara, la mayor parte habĆ­a caĆ­do hacia mis senos, querĆ­a limpiarlos, pero me retirĆ³ las manos y con las suyas comenzĆ³ a pasar ese semen por todo mi pecho, quedando toda mi parte delantera con semen, que se fue secando en mĆ­, asĆ­ fueron viniendo, empezaron a llenarme de semen la cara, ya no podĆ­a ver por tanto semen, parece que uno me hacĆ­a mamar, sacaba su pene de mi boca, se masturbaba en mi cara y a ese mismo tiempo le estaba mamando al siguiente, no sĆ© cuantos penes eran, pero parece que se repitieron varias veces, era infinito, algo que nunca acababa, del agotamiento me quedĆ© dormida, al despertar mi cara estaba llena de semen seco, mis pechos, mi culo, todo, ya no tenĆ­a lĆ”grimas para llorar, estaba humillada y pisoteada mi dignidad.




TratƩ de cubrirme con una sƔbana, encontrƩ un paquete, contenƭa unas fotos, cuando me desmayƩ, los tipos me habƭan colocado en el suelo, con mi cuerpo lleno de semen, se habƭan puesto unas capuchas y todos asomaban en la foto con un pie encima de mƭ, como presumiendo de haber conseguido un trofeo, habƭa un CD y me di cuenta que habƭan filmado todo, mi cara, todo mi cuerpo, las nalgadas que me dieron, todo, rompƭ las fotos y el CD, sin embargo, estoy segura que cada uno de ellos tiene una copia, me acostƩ y me puse a llorar.

Unknown

Escritor, recopilador, sexĆ³logo, psicĆ³logo y filĆ³sofo. Amante de las mujeres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario