Mi
nombre es Lorena y creo que si muchas jovencitas escucháramos a
nuestras madres nos ahorraríamos serios problemas.
Desde que nací vivía con mis abuelos maternos y mi madre quienes siempre me dieron una vida muy acomodada en las mejores escuelas y ambientes de la ciudad.
A mi padre siempre lo creí muerto y esto porque así me lo dijeron mis abuelos pero no fue sino hasta mi cumpleaños número 18 y una vez muertos mis abuelos, que mi madre decidió confesarme que mi padre vivía pero que nos había abandonado al instante en que se enteró de su embarazo.
-Es un hombre malo y sin escrúpulos… su vida es una perdición y por ello fue que, tanto tus abuelos como yo, decidimos alejarte.
-Y quienes son ustedes para decidir por mí mamá…- contesté molesta ante la mirada atónita de mi madre que supongo jamás imaginó tal reacción.- porque nunca me preguntaron?
-No tenías la edad Lorena… para ese entonces eras muy chica…
-Bueno pues ya no lo soy… y estoy decidida a conocerlo…
Aquellas últimas palabras quedarían grabadas en mi mente durante los próximos 2 meses en lo que con esmero y dedicación me dedique a seguirle la pista al hombre que nos había abandonado 18 años atrás. Fue así que logré recopilar varias pistas que me llevaron a su paradero y entonces anuncié a mamá que iría a buscarlo:
-No lo hagas…
-Porque no? Es que acaso vas a impedirme de nuevo que conozca a mi padre?
-Hay algo que debes saber antes hija…- me dijo mi madre con lágrimas en sus ojos.- tú padre me violo la noche en que quede embarazada…
No podía creer que mamá inventara tal aberración con tal de detenerme. En ese momento me puso como loca y le grite todo tipo de maldiciones a mamá. Luego salí decidida a buscar al hombre cuya esperanza de que fuera todo lo contrario a lo que decían me llamaba fuertemente.
Siempre he sido una chica bastante perseguida, mi cabello rubio, mis ojos azules y mis senos de tamaño mediano y culo respingón los había heredado de mi madre quien hasta hoy en día se conservaba hermosa para su edad.
Mi padre vivía en un poblado que quedaba a 2 horas de mi ciudad así que para llegar ahí tuve que abordar un autobús pues mamá ni mis amigas me apoyaban ante tal decisión.
Era yo sola contra el mundo pero aún así me arriesgué y tras comprar mi boleto de autobús, abordé con un sueño en mente, mismo sueño que parecía desvanecerse en el momento en que llegué a la casa marcada con el número 23 en la colonia y calle que tenía averiguada.
La fachada de aquella pequeña casa estaba sumamente descuidada. Llamé varias veces y nadie contestó mi llamado. Nerviosa y triste imaginé que la casa estaba abandonada y que papá ya no vivía ahí pero, justo cuando estaba por conseguir un taxi que me regresara a la central de autobús, una anciana vecina, con cara sorprendida, me preguntó a quien buscaba:
-Busco a José Luis Jiménez…- Una vez más la anciana se sorprendió y me miró de abajo hacia arriba para después, sin preguntar más, me dijo:
-Puedes encontrarlo en el bar… a esta hora supongo es el único ahí dentro…
Tras agradecerle, tomé el primer taxi que vi y 5 minutos más tarde ya estaba en el único bar de aquél pueblecillo.
Tras preguntarle al encargado por mi padre, éste me señaló a un hombre que bebía solo en la esquina del bar. Enseguida caminé hacia él y me percaté de que, al verme, mi padre lo primero que hizo fue desvestirme con la mirada… No lo culpe ya que él no sabía quien era yo y mientras me miraba como a cualquier otra joven.
Además, era un día soleado por lo que aquella tarde se me había ocurrido usar una falda que si bien no era del todo corta si dejaba ver parte de mis piernas que siempre han sido motivo de mi orgullo.
-Pero mira que ángel tan hermoso ha venido a bailarme en privado…- me dijo en cuanto estuve cerca de él.
-Como se llama?
-José Luis… y tú preciosa?
Con cuidado me senté a su lado y tan pronto lo miré directamente a los ojos le dije:
-Soy tu hija Lorena…- me miró sorprendido pero su mirada libidinosa en ningún momento cambió. Mientras le platicaba porque estaba ahí y todo lo que había ocurrido, mi padre no paraba de mirarme las piernas.
En ese momento tenía mil preguntas que hacerle pero él parecía no estar interesado en contestar. Luego de un rato me tomó del brazo y me pidió que lo acompañara a un lugar más privado donde pudiéramos charlar más a gusto.
Cuando me tomó del brazo sentí miedo pero jamás hice el intento por zafarme sino al contrario, le permití que me llevara a una bodega donde un viejo catre y decenas de cajas de licor eran lo único que había.
Tras ponerle seguro a la puerta y cerciorarse varias veces de que no abriera, me pidió que me sentara junto a él en el catre y fue en ese entonces que, por primera vez, el comenzó a hablar de su vida y del pasado.
-Tú madre y yo solíamos ser el centro de atención… ella era sumamente guapa y yo tenía mucho pegue con las chicas… era capitán del equipo de fútbol, mi padre era un acaudalado y siempre manejaba los mejores automóviles.
Mientras me contaba su pasado, mi padre colocó su mano encima de mi rodilla y no le di mucha importancia pero, conforme avanzaba su historia, su mano hacía lo mismo en dirección a mi entrepierna.
Me sentía nerviosa, con miedo y sumamente incomoda con su toqueteo en mis piernas pero a la vez sentía una inmensa curiosidad por escuchar la versión de mi padre así que trate de ignorar sus caricias hasta que, finalmente, su mano se detuvo en la parte interna de mi muslo izquierdo.
-Tu madre jamás me dijo que había quedado embarazada… fueron sus padres quienes me lo recriminaron en la cara e hicieron que me expulsaran del colegio. Supongo que si ella me lo hubiera dicho a mí, jamás las hubiera abandonado…
Trate de acomodarme de manera tal que él retirara su mano pero lo único que logré fue que comenzara de nuevo el manoseo llegando a rozar mi entrepierna.
Finalmente mi padre, al ver mí más que notoria incomodidad, terminó diciendo:
-Mi vida desde ese entonces ha sido un desastre y sabes porqué? Porque no tengo un motivo por quien luchar… soy el propietario de este bar que esta a punto de la quiebra, tengo una casa en completo abandono, un auto que no he sacado desde hace meses del corralón y miles de pesos que se esfuman cada día en el banco… pero estoy seguro de que mi salvación ha llegado, la vida me ha dado una nueva oportunidad de ser feliz, de reescribir la historia y sabes a quien le debo ese enorme favor?- me miró y enseguida vio mi cara de terror al sentir como su dedo rozaba ligeramente mi conchita por encima de la pantaleta.- te lo debo a ti… porque lo que hace falta en mi vida es una mujer y esa mujer eres tú…- en ese momento movió su mano de manera rápida y consiguió tocar mi conchita en su totalidad. Apenas estaba por reaccionar de manera violenta cuando sin mediar palabra se abalanzó sobre mí y me beso en la boca metiendo su lengua muy dentro.
Quede pasmada, no podía creer que mi padre me estuviera haciendo eso! Trate de empujarlo pero era demasiado fuerte y pesado para mí.
-Detente!! Soy tu hija!!! Detente!!
Podía ver la lujuria y maldad en sus ojos cuando me respondió:
-No me importa que seas mi hija…!! Yo te hice y por lo tanto eres mía y eso es lo que importa…!!
Pronto mi padre logró subir mi falda hasta mi estómago y, tomando mis pantaletas con ambas manos, me las arrancó de un solo jalón.
Yo gritaba y lloraba pero afuera el sonido era demasiado alto como para que alguien me escuchara.
Mi padre comenzó a desabrocharse el pantalón y en ese momento supe que había perdido todo. Durante 18 años había guardado mi virginidad para el hombre indicado y justamente el menos indicado estaba por robármela!
Sin poder controlar la situación, vi como mi padre me volvía a posicionar boca arriba y, subiéndose en mí, colocaba su pene en la entrada de mi vagina para después, con una sonrisa en sus labios, metérmelo de un solo empujón.
-Aquí tienes mi amor!!! Finalmente puedes sentir a tu Papito!! AAAGHHHHHH HMMMMM
Su largo pene entraba y salía de mi vagina a una velocidad incontrolable. Sus palabras dolían en mi alma al grado de querer morirme. Mi propio padre me estaba desvirgando, follando sin contemplaciones y sin protección alguna.
Pronto mi padre metió sus manos debajo de mi blusa y comenzó a amasarme los senos mientras continuaba follándome.
Sus embestidas cada vez eran más prolongadas y duras y pronto sentí una sensación que jamás imaginé sentiría… mi vagina cosquilleaba, mi sangre hervía y…
-AAHHHHHHHHHHHHHH…- Gemí con fuerza al sentir como su semen comenzaba a ser inyectado dentro de mi concha provocándome un inmenso orgasmo!!!-HMMMMMMMM- Gemí nuevamente de manera involuntaria.
Papá se colapsó encima de mí y nuevamente me besó mandándome su lengua hasta la garganta.
No se cuanto tiempo más habremos pasado ahí, con papá besándome apasionadamente mientras sus manos me tocaban por todo el cuerpo pero, cuando finalmente se sació, se puso de pie y, alzándose los pantalones, me dijo:
-Vámonos que quiero enseñarte la casa donde vamos a vivir…
No me dio tiempo ni siquiera de vestirme, tan solo logré acomodarme un poco la falda y me saco tomada del brazo y sin mediar palabra con nadie directamente hacia su camioneta.
De ahí me llevo a la casa abandonada que horas antes había visitado y al entrar noté que la casa no era tan fea por dentro como por fuera.
La casa estaba amueblada con muebles de calidad y equipo tecnológico del más alto nivel. Me mostró la única recamara la cual guardaba una cama tipo king siza y me dijo que ahí dormiríamos esa noche…
Al oírle decir lo anterior, un inmenso escalofrío recorrió todo mi cuerpo pues no podía ni imaginar lo que tenía pensado hacer conmigo el resto del día.
Una hora más tarde, mientras mi padre asaba carne en la cocina, un viejo y gordo oficial de policía llegó a la casa preguntando si todo estaba bien:
Papá me dijo que si hacía o decía algo me mataría a mí y a mi madre así que al hacer entrar al oficial lo único que atine fue a quedarme callada y dejar que papá hablara.
-Me han dicho varias personas del bar que te vieron salir a la mala con una jovencita de bonito aspecto…
-Si comandante… su nombre es Lorena y aquí se la presento…- el comandante me estiró la mano y, al estrechársela y alzar la mirada, pude ver como me comía con la mirada…
-No le voy a mentir… a esta jovencita me la robe comandante… tiene 18 años pero hubo necesidad de robármela porque su madre es una cabrona… no tiene papeles ni nada y tiene mucho miedo de que su madre venga a buscarla por lo que estaba pensando en la posibilidad de arreglar un papeleo y cambiarle de apellido para que ya no la encuentren… que dice usted, cree que sea posible? Ya sabe que por dinero no debe preocuparse…
El comandante se mostró indeciso pero papá pronto supo como convencerlo.
-Yo se que usted tiene muchos conocidos que pueden hacerlo… plata no faltara, usted me dice cuanto hace falta y mañana mismo lo tiene en su bolsillo pero si hay algo más que pueda hacer por usted, con toda confianza dígalo…
El comandante me miró sonriente. El muy asqueroso tenía otra cosa en mente y papá pronto supo adivinarla:
-Bájale los pantalones al comandante y dale una rica mamada mientras terminó de asar la carne cariño… - en ese momento lo miré aterrada… mi padre acababa de violarme y ahora me haría mamársela a un viejo extraño y cochino?- anda que el comandante tiene que volver al trabajo…!!- me ordenó mi padre y el comandante se sentó en el sillón en espera de que yo hiciera lo mío. Luego se desabotonó el pantalón y una vez con el pene de fuera me indicó que se la chupara:
-Chúpamela… anda, hazle caso a Jose Luis…
El pene del comandante era mucho más pequeño y arrugado que el de mi padre. Aún así era ancho.
Lentamente me hinque frente a él y como pude tome con mi mano su pene que pronto comenzaría a crecer.
Estaba a punto de mamar un pene por primera vez en mi vida… y mi inexperiencia no se hizo esperar por lo que el tipo comenzó a desesperarse y de inmediato, tomándome de la nuca, hizo que me metiera todo su pene en la boca.
-Anda ya… dejémonos de babosadas y chúpamela de una buena vez… HMMM…
Tristemente ahí me encontraba propinándole una mamada a ese comandante asqueroso hasta que se vino y me lleno la boca de semen.
Donde estaba mi respeto y dignidad?
Tras despedirse de mi padre, el comandante le dijo que mañana mismo iniciaría los trámites de mi nuevo registro. Y papá no perdió la oportunidad para invitarlo a nuestra boda en cuanto los papeles estuvieran listos.
-Que????!!!!!!!! Casarnos?? Mi padre y yo!!!!???- grite en mi mente y de inmediato las lágrimas se hicieron presentes de nuevo.
Luego de eso papá me hizo tomarme una ducha y luego, prácticamente desnuda, me hizo charlar con él mientras bebíamos vino y comíamos carne asada.
No me gusto el sabor del vino pero siendo forzada no pude negarme a tantas veces como quiso servirme.
Ya estaba un poco mareada cuando mi padre decidió que era hora de ir a dormir y, tomándome en sus brazos, me llevó cargada hasta la habitación como si de nuestra primera noche de luna de miel se tratara.
Me tiro sobre la cama y de ahí esta de más decir que papá me folló 3 veces más aquella noche.
A la mañana siguiente papá estaba tan borracho y abstraído que logre escapar de la casa y tras abordar el primer autobús de vuelta a casa decidí borrar de mi mente aquella experiencia tan horrorosa y no contárselo a nadie.
Durante el trayecto a casa decidí que todo había sido un sueño y que ni mamá ni nadie sabría la verdad así que, cuando llegue a casa, le dije a mi madre que no había encontrado a mi padre y trate de actuar con completa normalidad durante los siguientes días.
Lamentablemente, semanas después mi periodo no llego y supe que estaba embarazada de mi padre. Mamá fue entonces que me echó de casa pues ya tenía facultades legales para hacerlo y, con 2 meses y medio de embarazo, volví sin alternativa a los brazos del hombre que me había embarazado…
Mi padre me recibió sonriente y con los papeles de mi nuevo registro en la mano…
-Sabía que volverías… yo nunca fallo, donde pongo el ojo pongo la bala y si decidí hacerte un escuincle fue porque sabía que lo haría. Ahora ponte guapa con lo que te he dejado en la habitación pues vamos a casarnos hoy mismo. Si pensamos hacer nuestra vida juntos más vale que sea por todas las de la LEY!
Así fue que mi vida con papá comenzó hasta que 18 años después volví a abandonar el domicilio ya con 2 hijas pero eso es una historia completamente distinta…
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