Las Hermanas


Confieso la mejor experiencia de mi vida:

Le quite la virginidad a dos hermanas, las dos hermosas, las dos fueron mías antes que de nadie.

A la primera que conocí fue a Aurora, en sus 23 años, 1.70 m. cuerpo atlético, morena, pelo rizado, bonita cara, ojos negros y grandes, carita sexy escondida detrás de anteojos y brackets, labios carnosos y mamadores, muy flaca (pesaba 50 kg en esa época) de piernas largas, nalguitas pequeñas pero deliciosas, abdomen plano y unas tetas extremadamente perfectas de las que me amante innumerables veces.

En un principio se me hizo rica, pero para ser sinceros solo se me antojaban sus tetas y me daban ganas de tirármela simplemente por el morbo de quitarle la inocencia pues se veía muy inocente e intelectual, un poco inmadura para su edad, pero intuía escondía una hermosura muy sexy que me calentaba mucho.

Cuando apenas andaba tras la vagina de Aurora, por casualidad ella me presento a su hermana menor Ariadna, y casi me vengo en cuanto la vi: Era 6 años menor que Aurora, recién salida de la adolescencia, pero con un cuerpo totalmente maduro, mas chaparrita que su hermana mayor, de unos 1.65 m. Menos flaca, mas voluptuosa, con cabello lacio de un negro azabache, pero sobre todo una carita tan hermosa, perecida a la de su hermana Aurora, pero mucho más refinada, no tan sexy pero si hermosa, unas latinas hermosas las dos.

Inmediatamente intente algo con Ariadna, pero note su rechazo, ya que sabía que andaba tras su hermana y además de ser mas chica era también algo tímida. Decidí dejarla en paz por un tiempo, aunque desde el principio noté que guardaba a una zorrita en su interior, pues Ari se arreglaba más que Aurora y parecía estar más consciente de su hermosura y de que podía conseguir con ella.

Me costó trabajo cogerme a Aurora pues como dije era de esas chicas intelectuales un poco mojigatas, además católica. Primero conseguí hacerla mi novia después de fajármela casi a la fuerza en su coche. Después de mucho batallar con ella anduvimos más o menos formalmente, luego de muchos fajes la pude desnudar y mamar esas peras deliciosas que le colgaban del pecho, poco después ella misma se ofreció a mamarme la verga, y diré que lo hizo a la perfección, esos labios están hechos para mamar pollas, cuando me enteré que era virgen me propuse romper ese himen a como diera lugar.

Finalmente un glorioso día en un hotel, la desvirgue, primero metí mi dedo en su vagina y sentí el pequeño agujero de su himen, lo dilate a saliva y chupetones, y por fin después de casi 6 meses de novios la puse encima de mí y empujón tras empujón le desgarre el himen con mi pene erecto a la deliciosa flaca de Aurora, sangro bastante, pero no le importo y me cabalgo como toda una puta profesional hasta que me vine dentro de ella, entre sus gritos y jadeos.

Luego de ese día Aurorita fue perdiendo su timidez, se arreglaba mas era más abierta y tenía menos miedo de su mamá, que la tenía muy controlada, así que nos dedicamos a fajar y coger a escondidas, siempre que se podía: en su cuarto, en la cocina de su casa, en el coche, etc. Aurora se volvió en una excelente compañera sexual, al tiempo que yo no podía dejar de pensar en su hermana mayor, a la que veía cada vez con más morbo, el cual Ari parecía notar sin decir nada.

Muchas veces me faje, desnude, lamí tetas y coño y me deje masturbar por Aurora en su cuarto a escondidas de su mamá, la ventaja era que su cuarto colindaba con el de Ariadna y estoy seguro que ella escuchaba todo desde su cuarto, siempre al salir del cuarto de su hermana mayor tenía que pasar por el cuarto de Ari, a la que veía con mucho morbo, en un principio era solo morbo pero con el paso del tiempo, comencé a tocarla ligeramente al salir: me acercaba a su cama y decía buenas noches mientras tocaba su cabello, le tocaba el hombro con mucha ternura antes de irme…etc. Todo esto aunado a que como novio formal de Aurora, estaba muy a menudo en su casa y también comencé a llevarme bien con Ariadna.

Un día de tantos mientras estábamos en el cuarto de Aurora, yo sobre ella en su cama, sacándole las tetas al aire bajándole la blusa con todo y sostén para amamantarme, note que su puerta estaba entre abierta, al principio me asuste, porque pensé que era su mamá, pero cuando estaba a punto de guardar esas tetas ya ensalivadas por mí, pude notar de reojo que quien nos espiaba era Ariadna su hermanita menor, así que continué mamándole las tetas a Aurora, que no se dio cuenta de nada, mientras Ari veía como jadeaba de placer su hermana mayor. Yo estaba tan caliente que me saque la verga y se la puse en la cara a Aurora que estaba igual de excitada, y aunque nunca hacíamos nada así en su cuarto por miedo a ser descubiertos ese día ni a ella ni a mí nos importo y le dimos un gran espectáculo a su hermana menor, pues después de meter mi pene es su boca y dejar que lo chupara un poco, la puse en cuatro patas y la penetre como una perra en celo, todo a sabiendas de que Ariadna nos estaba espiando.

Al momento de eyacular dentro de Aurora, que estaba jadeante y con los ojos en blanco (y que para entonces ya se inyectaba anticonceptivos) voltee directamente a donde estaba escondida su hermana menor, la pude ver escondida en la penumbra, con los ojos muy abiertos y sudorosa, se asusto y se metió bruscamente a su cuarto, Aurora pregunto qué ¿que era ese ruido? Respondí que había sido yo que tire algo, y no sospecho que su hermanita había visto como se la cogían. Al salir de su cuarto todavía muy caliente sin pensarlo le di un beso en la mejilla a Ariadna que se hacía la dormida, y que estoy seguro ese día se masturbo como loca recordando el espectáculo de su hermana mayor, por la que sentía gran admiración.

No pasó mucho tiempo para cogerme a Ariadna, fue inesperado y maravilloso, era una mañana de domingo unos días luego de lo que narre antes. Ese día no iba a ver a su hermana Aurora pues me dijo que algo tenía que hacer con su mamá, así que estaba en mi casa sin hacer nada en especial, cuando recibí una llamada de la casa de Aurora, contesto Ariadna y me dijo simplemente: ¿hola puedes venir? No está ni mi hermana ni mi mamá y necesito ayuda con algo.

Sin pensarlo le conteste que iba para allá al tocar la puerta inmediatamente me abrió Ariadna, hermosa, recién bañada con los labios pintados y con una falda cortita arriba de la rodilla, no pude dejar de verla con toda la lujuria de la que era capaz, me dijo que necesitaba mover un mueble para sacar una ropa que iba a usar pues tendría una fiesta en un rato. Así que entramos a su casa subimos a su cuarto y me enseño el problema.

Lo solucioné rápidamente, ella necesitaba sacar algo del fondo de la parte superior de su closet pero había un escritorio en medio, claro que ella lo pudo mover, pero me llamo, le pregunte s quería que necesitaba que yo me subiera a sacar el saco que necesitaba, pero ella me dijo que no lo iba a encontrar y sin más ni más se subió en el escritorio que acababa de mover, así en esa faldita corta, totalmente sonrojada fingía buscar algo mientras me mostraba unas piernas torneadas y esplendidas cubiertas solo hasta el muslo por una faldita que solo cubría parcialmente un trasero redondo, mas grande que el de su hermana, mas voluptuoso y rico, yo sin perder tiempo me asome debajo de su falda a sabiendas de que ella lo notaría, vi su vulva desde atrás cubierta por un calzoncito rosa debajo de las medias negras que llevaba, comencé a acariciar sus piernas mientras ella seguía buscando, no dijo nada, solo hasta que mis manos llegaron a su culito dejo lo que estaba haciendo y me vio fijamente.

La baje del escritorio cargándola en mis brazos y nos comenzamos a besar apasionadamente, sentí todo su cuerpo, era perfecta, si Aurora era una flaca rica y buena cogelona-mamadora, Ariadna su hermana menor a sus 17 años era simplemente perfecta, su piel tersa sus ojos grandes y su carita hermosa y angelical, su cuerpo más pequeño pero más sabroso, mas voluptuoso. Ariadna se entrego por completo la desnude lentamente, bese todo, todo su cuerpo centímetro a centímetro, luego me amamante como lo hacía con su hermana mayor, aunque sus tetas eran más pequeñas eran igual de firmes, en lo que si la aventajaba era ese trasero perfecto y sobre todo esa carita hermosa.

Después de fajar un rato le comencé lamer el coño desde atrás fascinado por ese culo hermoso, luego la arrodille y sin decirle que lo hiciera Ari me dio una deliciosa mamada, ver ese rostro divido con mi verga adentro casi hace que me venga, pero me pude controlar, finalmente la metí al cuarto de su hermana Aurora y en la misma cama donde días antes ella vio como me cogía a su hermana mayor, desvirgue también a Ariadna siguiendo los mismos pasos que con Aurora: le lamí el coño hasta que casi se vino, luego metí mi dedo para sentir su himen el cual era muy parecido al de su hermana, solo que un poco mas elástico, luego la puse encima y tras menos empujones que con su hermana le metí toda mi verga.

Ariadna resulto ser aún más zorra y caliente que su hermana mayor Aurora, pues a diferencia de esta ella llego rápidamente al orgasmo. Lloro, grito gimió, y quedo empapada en sudor de tanto placer, ni siquiera me dijo que no me viniera dentro de ella, y por su puesto yo lo hice, el problema fue que igual que su hermana sangro bastante, acabé lleno de su sangre virginal y ella de mi esperma, pero también la sabana de su hermana quedo manchada de la sangre y el semen que escurrían por la recién estrenada vagina de Ari.

Luego de venirnos, nos abrazamos, nos besamos, nos quedamos reposando un rato, y luego de una manera muy natural, cordial y casi familiar nos metimos juntos a bañar, entre sonrisas y caricias y medio desnudos arreglamos el desastre del cuarto de Aurora, Ariadna escondió la sabana, volteamos el colchón, me dijo que ella le inventaría algo, y que ya tenía la pastilla del día siguiente preparada, pero que me fuera pues no tardarían en regresar, y así lo hice.

Aurora nunca se entero de que tuve relaciones con su hermanita menor, me las seguí cogiendo a las dos a intervalos, era delicioso verlas juntas en su casa, sabiendo que las conocía íntimamente a las dos, y hubo días que a sabiendas de que las dos tenían la vagina llena de mi esperma.

Ariadna se convirtió en un monumento de mujer, también se volvió un poco putita pues descubrió el gusto por coger y como conseguirlo fácilmente, pero esto la hacía todavía más sexy. Aunque me la tire varias veces finalmente me dijo que se sentía culpable con su hermana mayor y que además no buscaba nada serio conmigo, aunado a que ya se había hecho un novio y la culpa ahora era doble, así que dejamos de coger Ariadna y yo, y también nos distanciamos. Aurora continúo conmigo un tiempo en el que el sexo fue menos intenso, pues nunca me la cogí con tanta intensidad como cuando follaba con las dos. Finalmente ella se fue de la ciudad por motivos de la escuela, y nos separamos.


Como dije Aurora nunca se enteró que me tire a su hermanita Ariadna. Y Ariadna nunca se lo contó a nadie, o eso me dijo, así que guardamos el secreto Ari y yo, de esto ya pasaron años y ya no tengo relación con estas deliciosas hermanas, pero nada me hubiera gustado más que cogerme a las dos al mismo tiempo.

Unknown

Escritor, recopilador, sexólogo, psicólogo y filósofo. Amante de las mujeres.

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