Enculada en el Metro




Cada dia se viaja peor. Tuve que esperar bajo la lluvia que llegue el colectivo y cuando finalmente llegó, iba tan lleno que casi no puedo subir. Pocos minutos despues habia subido y bajado tanta gente que quedé aprisionada por el centro del colectivo. Por supuesto fue mucha mas la gente que subió que la que bajó, lo que provocó que quedará sin posibilidad de moverme ni un poco. Y para colmo, el colectivo estaba atascado en el transito de la avenida General Paz. Ya imaginaba yo que pasaria mucho tiempo antes que pudiera volver a mi casa. Sumado a esto, sentía sobre mi varias miradas masculinas. Y es que creo que soy bastante linda; rubia, pelo largo, mido 1,68 metros, mis medidas son 112-65-98 y para colmo hoy me vestí un poco mas sensual que de costumbre. Hacía tanto calor que decidí usar una pollera a la altura de la rodilla y una blusa blanca bastante entallada que marca mucho mis pechos. Mi antiguo novio me habia dicho que ademas tengo cara de putita. Asi que imagino que tendria que pasar el resto del viaje con esas miradas lujuriosas sobre mi.

O eso creia yo...

Me encontraba sumida en mis pensamientos cuando comienzo a sentir que me empujan por detras. Raro porque el colectivo estaba quieto. Evidentemente, alguien estaba intentando apoyarme. Aunque no podia ver de quien se trataba, seguro seria algun viejo verde.Intente mostrar rechazo, pero estabamos todos tan apretados que no pude alejarme ni un centimetro. Bueno, supongo que tal vez no me estaban apoyando, simplemente alguien se movió y me empujó sin querer.

Solo un minuto despues comienzo a sentir que quien estaba detras mio se acomoda. Ya no había duda. Senti un pequeño bulto a la altura de mi cola. El se vio beneficiado por la altura del taco de las botas que tenia puestas, que provocaban que mi cola quede justo a la altura de su 'instrumento'. No hizo falta mucho para sentir como ese pequeño bulto crecia sin parar, y es que mi pollera era de una tela muy fina, ideal para un dia de verano, por lo que sentia muy bien ese bulto contra mi.

Como les contaba, mi ex me habia dicho que tenia cara de putita.
Debo serlo, porque la verdad que me encanta el sexo y esta situacion me estaba comenzando a calentar. Mas aun cuando senti una mano acariciando el lado derecho de mi cuerpo. Era una mano firme, grande y no parecia ser de un viejo verde, sino mas bien de un tipo joven y en buen estado. Me puse a pensar hasta donde seria capaz de llegar. Despues de todo nos encontrabamos en un transporte publico rodeados de gente. Asi que para jugar un poco y provocarlo empuje ligeramente mi cola hacia atras. Sin lugar a dudas le gusto. senti como de golpe su verga creció aun mas. Se sentía muy bien. Una verga bien dura y enorme estaba apoyada contra mi cola. Y ahora eramos dos los que estamos calientes. Lleve una mano hacia atras de mi cuerpo y la apoye sobre su pantalon. Apenas senti ese verga me moje. Me moje mucho, hasta el punto de sentir que mi tanguita estaba toda mojada. Saque la mano y volvi a apoyar la cola. Ante mi actitud, el no lo dudo. Metio su mano por debajo de mi pollera y comenzó a acariciar todo el borde de mi tanguita. Luego se las ingenio para apoyar sus dedos a la altura de mi clitoris, donde pudo sentir lo mojada que estaba. Comenzo a jugar conmigo y yo estaba a punto de explotar. El morbo de la situación, sumado a que parecia una muy linda verga me estaba volviendo loca.

De repente dejo de acariciar mi conchita y deslizo su mano por mi tanga hasta llegar a mi colita. Tiro de mi tanga haciendola a un lado y senti sus dedos jugando con mi hoyito. Como sus dedos habia quedado bastante mojados se sentia muy bien. Cuando dejo de acariciarme pense que habiamos llegado al limite de lo que hariamos. Pero entonces senti que me apoyo la verga nuevamente contra mi cola, solo que se sentia diferente. Lleve mi mano nuevamente hacia atras y entonces me di cuenta. Ya no estaba tocando su pantalon. El degenerado habia sacado su verga de adentro de su pantalon. Entonces me agarra la mano y me la lleva hacia adelante. Con su otra mano siento que levanta muy sigilosamente mi pollera. Dios mio, ¿se atreveria a apoyarme la verga directamente sobre mi colita? Termino de levantar mi pollera y entonces supe que lo haria. Senti su puntita humeda apoyada contra mi cola. Al mismo tiempo llevo una mano hacia adelante y comenzo a acariciar mi clitoris nuevamente, pero esta vez por debajo de mi tanguita. Me estaba dando un placer increible. Nadia hubiera podido darse cuenta de lo que haciamos por la cantidad de gente que habia, peor si hubiera dirigido su mirada hacia a mis pechos hubiera notado mis pezones erectos que marcaban mi camisa. Me sentia la putita que me gusta ser y con el morbo de la situación me calentura habia crecido a niveles increibles. Entonces decidi comenzar a colaborar con la situacion. Apoye mi mano sobre la de el para que hiciera mas presion sobre mi conchita. Mientras tanto comence a aflojar mis nalgas para permitir que su verga se acerque lo mas posible al hoyito de mi colita. Aun no se como hice para no gritar de dolor y placer cuando de golpe empuja su verga clavandomela en mi colita. Hundio un poco y senti como iba pasando la cabecita. No cabian dudas que me habia calentado mucho pues yo ya estaba acabando. El sentia como le mojaba cada vez sus dedos. Su verga se estaba hundiendo cada vez en mi cola. Ahora yo deseaba sentirlo explotando dentro mio. Cuando llegó a metermela todo el colectivo comenzó a avanzar. Era una pena porque no faltaria mucho hasta que no podamos seguir. Pero entonces me di cuenta que era lo que necesitabamos. El movimiento del colectivo ayudaba a que pudiera metermela y sacarla para meterla de nuevo sin que nadie sospechara nada. Su verga estaba toda dentro mi culito, como tambien lo estaban sus dedos en mi conchita. No podia creerlo, hace solo unos segundos tuve un orgasmo y estoy a punto de tener otro. El continua con su vaiven, con una mano apoyada en mi cintura, cuando de pronto siento que me agarra firmemente. Si, estaba por darme el placer de sentir su lechita dentro mio. No me equivoque. Senti como enormes chorros calientes de semen se deslizaban dentro de mi cola. Eso me calento tanto que acaba nuevamente, lo que hizo que apretara mis nalgas que ahora exprimian esa enorme verga.

Unos segundos despues siento como la saca. Pasa un dedo por mi hoyito y luego me acomoda la tanga. Es una pena que se haya terminado. Quiza otro dia podamos jugar un poco mas. Ahora debo ver como llegar a mi casa con la lechita saliendo de mi culo y deslizandose por mis piernas...

Unknown

Escritor, recopilador, sexólogo, psicólogo y filósofo. Amante de las mujeres.

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