El último cuento de navidad


31 de Diciembre de 2014       11:59pm

Diez… Nueve… Ocho… trabajo… Seis… mucho dinero… Cuatro… Tres… Buen sexo… Uno… Feliz Año nuevo!!! (Hay no… creo que si estoy borracha… Pero si no he bebido mucho!!! Solo fue esa copa de vino que me dio mi jefe, y la otra que me dio el de sistemas y las otras dos que me dio el viejito de contabilidad… Ósea solo a mí se me ocurre pasar año nuevo con la gente del trabajo… Bueno, no puedo negar que todo esta súper lujoso, además este vino esta delicioso…)
-Le lleno su copa señorita…-  -Bueno, solo la mitad…- (mmm esta delicioso… el jefe si que se lució con esta fiesta, además su casa esta enorme… Hay no!!, ahí viene… respira, que no note que estoy medio borracha…)
-Feliz año, señorita.-  -Igualmente para usted, jefe. Un abrazo.- (Un abrazo?? qué confianza!!, como se me ocurre??)
-La escuche y espero que sus deseos se le cumplan, señorita.-  -Gracias, que pena!!!…Con usted tengo trabajo y dinero… solo falta el sexo.- (Eso lo dije o lo pensé?? Que tonta soy!!… creo que no le hizo mucha gracia… además, quien pide sexo como deseo??…  Como si me hiciera falta… hay no!! Definitivamente no le hizo gracia, ahora, creo que esta hablando de trabajo…)
-…por eso el próximo año tenemos que ser mejores. Tengo planes de expansión: Canadá, Francia, Alemania…. (Yo quiero ir a Paris) …por eso tengo que escoger muy bien a la gente con la que voy a ir… – Escójame a mi!!.- (Ups!… lo interrumpí…)
-…me refería a escoger muy bien a la gente con la que voy a hacer este nuevo proyecto, señorita… los inversionistas.- (Creo que ya se enojo…)

-Claro!!… Seguramente usted sabe escoger muy bien…- (Seguro ya se dio cuenta de lo borracha que estoy…)
-Usted señorita, es la que debe coger muy bien… Estoy pensando asignarle estas nuevas tareas en la oficina.- (Escuche bien?? coger muy bien?? jajaja,)   -mmm gracias!!!… (Eso creo!!) … yo estoy dispuesta a todo, a darlo todo, a hacer mi mayor esfuerzo y trabajar muy duro para que usted se sienta satisfecho, conmigo no se va a arrepentir jefe.- (No estamos hablando de trabajo verdad??)
-Pues eso espero señorita, que me aguante el paso, porque conmigo es duro!!!.- (Wow!!…) -Pues justo así es como me gusta: duro y por atrás!!.-
-¿De que esta hablando señorita?.-  -De sexo…- (No estábamos hablando de eso??) -Disculpe, pero yo no…. ¿Dijiste por atrás?.-  -Decía de perrito, porque anal nunca lo he hecho… pero si usted quiere… yo estoy dispuesta.-

-Sube las escaleras y espérame en el cuarto de la derecha.-  -Como usted ordene, jefe!!.- (Creo que voy a portarme mal!!… Solo a mi se me ocurre insinuarme al jefe en su propia fiesta, en su propia casa, con presencia de su esposa y los del trabajo… Estoy loca!!! además tiene la edad de mi padre!! y yo acabo de cumplir 18!!… Pero ya me hace falta, hace tres semanas que ni veo a mi novio y casi dos que no tengo sexo, además que rica esta la cama… creo que ahí viene.)
-Ya estoy aquí, solo tenia que ocuparme de mi esposa.-  -Pues espero que te hayas ocupado bien de ella, porque soy muy gritona y no quiero que nos interrumpa… quiero quedar bien cogida he!.- (De verdad ya necesito una buena cogida…)
-Desde el día que te entreviste supe que eras bien putita, esa carita de niña linda a mi no me engaña… con esas falditas que te pones y los escotes de esta blusas…¿Crees que no me doy cuenta como te paseas por los pasillos mostrando con tus pezones lo excitada que siempre estas?.-
-Si lo sabias porque me cogiste desde antes…-
De inmediato busco el cierre de su fino pantalón. Como toda una experta lo deslizo y en un movimiento lo tengo abajo, meto mi mano en ese agujero que el cierre ha dejado y busco lo que tanto quiero. Conforme con lo que he encontrado saco mi mano para buscar el cinturón, lo encuentro, hago a un lado su corbata y comienzo a desabrocharlo, (Que ganas tengo!!) mientras, el jefe se quita el saco y lo lanza a un lado.
Para esto ya logre desabotonar el pantalón y he comenzado a bajarlo. En segundos el jefe queda con los pantalones en los tobillos totalmente desnudo de la cintura para bajo pero aun vestido con su camisa y su corbata. Y ante mis ojos su miembro arrugado y aun flácido… (Espero que se le pare, porque estoy bien caliente!!)
Inmediatamente lo tomo en mi mano, le doy dos tiernos besitos y el flácido jefe no tarda en reaccionar, su pene comienza a hincharse y a ganar volumen. Esto me gusta. Alzo mi cara para ver al jefe y sonreírle. Aun le estoy sonriendo cuando comienzo a mover mi mano con buen ritmo para masturbarlo. El jefe suelta un gruñido y yo me muerdo el labio de las ganas que tengo. (Ya la quiero!!)
Me deslizo lentamente de la cama para quedar de rodillas frente al jefe y hacerle de una vez lo que tanto me gusta hacer. No es tan grande como esperaba, pero ahí voy. Abro mi boquita y… “toc. toc.” Alguien toca la puerta.
-¿Cariño, estas ahí?.- (Ya lo sabia.) -Es mi esposa!!… (que novedad!!)… escóndete ahí… “si mi vida ahora salgo”.-
Con la promesa de que nada más regresando de vacaciones me daría la cogida de mi vida, (literal) el jefe me mando de vuelta a mi casa con uno de sus chóferes, sin haberme tocado siquiera. Yo estaba de pésimo humor y aunque el chofer intento hacerme la platica en un par de ocasiones, yo lo ignoré… Estaba más que caliente y deseosa… y ahora me habían dejado con las ganas… No es fácil ser una chica tan linda.
Cuando llegue a casa mis padres ya se encontraban dormidos, así que me dispuse a hacer lo mismo (creo que ya no estoy tan borracha) Subí a mi cuarto, me quite el vestido y hacia frío, pero yo tenia tanto calor por las ganas que tenía, que no me importo acostarme en ropa interior.
Pero no puedo dormir. Me siento tan ansiosa y tan caliente que no puedo. Deslizo una mano bajo las sabanas y tomo uno de mis senos, es calido y firme como el de cualquier chica de mi edad, aunque eso si, es mas grande que lo común. Con toda mi mano, no logro cubrirlo. Me gusta. Esta húmedo de sudor con el pezón erguido. Sigo deslizando mi mano por mis finas costillas y la curvatura de mis caderas. Un poco mas al centro para encontrar mi ombligo.
Mi corazón late rápido al momento que meto mi mano bajo la tela de mi ropa interior, con los dedos por delante escalo mi monte venus, perfectamente depilado, de piel suave y tersa, tan virginal, como si en el jamás hubiera crecido vello alguno.
Ahora mi palma se posa entera, porque mis dedos han encontrado el bultito que forman mis labios vaginales al cerrarse, los dos juntos tan celosos. Apenas una fina línea de piel sensible, que celosa guarda el tesoro de mi intimidad. Nunca quieren dejar entrar a nadie, pero yo si.
ahí va uno de mis dedos, el más largo y valiente de los cinco. Se esta abriendo paso, pero es muy difícil meterlo. Esta muy apretado aquí. Un poco mas de presión ayudara. Lo ha conseguido. Ahora esta dentro de mi. Pero quiero que salga y lo saco y lo vuelvo a meter. Adentro… y fuera, varias veces, tan adentro como se pueda, lento para que mi cuerpo comience a ceder, mojándose poco a poco.
Esto permite que un segundo dedo se una a la aventura… ¿Podrían ser tres?.
Mi otra mano ha destapado mis senos. Están desnudos y los acaricio apenas y juego con mis pezoncitos que son tan sensibles. Mientras separo mas mis piernas para que mis dedos entren y salgan sin parar de mi cuerpo, chapoteando entre todo este liquido que ha brotado de la delgada línea de mi sexo.
Esto es delicioso pero necesito algo más. Aunque mis dedos son largos y ágiles, no es suficiente, no logran satisfacerme.
Necesito algo más… Algo más grueso… mas caliente…
Al igual que mi mano que acaricia mis senos es tímida y sensible, y yo necesito algo más de fuerza y brusquedad. Quiero que un hombre este encima de mi en este momento… sentir su peso asfixiando mi delgado cuerpo. Quiero que ese olor y ese sabor que solo los hombres poseen inunden mi boca.
Necesito a un hombre. Quien sea. En este instante. La culpa es del jefe que me dejo tan caliente… Me hubiera vengado con su chofer!! Ahora mismo estaría gimiendo con ese desconocido encima de mí en la parte de atrás del coche del jefe…
(Pero que estoy pensando!! Con un desconocido??… Mejor bajo a la cocina y me tomo un vaso de agua para calmarme.)
Mientras bajo las escaleras veo las luces del árbol de navidad encendidas, (no recuerdo haberlas visto así cuando entre a la casa) Escucho un ruido y una sombra se mueve -¿Papá eres tu?.- Pregunto pero nadie me responde.
Una vez abajo lo veo. Justo a lado del árbol de navidad. ¿Pero quien es, o mejor dicho que es eso? Sin duda es una persona, pero tiene el tamaño de un oso!!! Esta de espaldas. Viste una bata roja, ve mueve con torpeza y parece muy gordo. Gira un poco y veo su barba totalmente blanca que le llega justo donde una enorme barriga comienza.
-¿¡Santa!?.- Se voltea y me mira sorprendido…
-¿Puedes verme?.- Me pregunta ese señor enorme con una voz muy grave. (Por supuesto que puedo verte… ¿En serio tu eres…?)
-Que raro… Se supone que los niños no pueden verme.-
-Yo ya no soy una niña.- Le digo y él baja su mirada y mira mi cuerpo apenas cubierto con mi diminuta ropa interior.
-Eso veo… pero según mi lista en esta casa hay una niña muy bien portada a la que no se le entrego ningún regalo en navidad… por eso estoy aquí hoy… déjame ver…- Me dijo, y en un movimiento saco un largo papel amarillo, se coloco unas diminutas gafas y comenzó a leer en voz alta:
-de 17 años… (acabo de cumplir 18)… muy buena… (sexy diría yo)… que tiene un gran deseo… (sexual)… Esto debe ser un error… “quiero quedar bien cogida” ¿Ese es tu deseo?…. no puedo cumplir algo así!!-
En ese momento santa, o quien quiera que fuera ese regordete señor me miro, no pudo resistirlo mucho tiempo y sus ojos se posaron en mis senos. Mirando mi cuerpo se puso aun más rojo de lo que ya estaba y algo en sus pantalones comenzó a crecer.
-¿Con eso cumples los deseos?.-
Y al ver que eso seguía creciendo y no paraba me estremecí, era justo lo que mi cuerpo pedía. Me fui acercando lentamente dominada por el deseo, sin importarme nada le abrí la bata, debajo de ella, unos simples pantalones como de pijama cubrían lo que yo buscaba. Fácilmente los baje, al tiempo que me hincaba frente aquel robusto señor. Frente a mi quedo un increíble un falo rígido de gran tamaño y horrible aspecto, con vellos por todas partes y venas saltantes.
abrí mi boquita lo suficiente como para que entrara ese tremendo trozo de carne en mi boca, pero de inmediato me di cuenta de que no podría con tanto!! así que saque mi lengüita y comencé a lamerlo lentamente. Primero la cabeza, con tal ternura como una niñita lamiendo su paleta. Después mas abajo, como una gatita en celo.
Lamiendo cada rincón, comencé a saborear un sabor diferente y ancestral con ese liquidito transparente que ya emanaba de la cabeza del tremendo pene que tenía ante mí. Sosteniéndolo con mi mano por el grueso tronco, sentía como vibraba y no dejaba de ensancharse.
Deslizando mi lengüita a lo largo, desde la base, donde una maraña de vellos crecía, hasta la cabeza, me deleitaba con esa enorme y rica bestia.
-Ya no eres ninguna niña…- Me dijo entonces Santa.
-Tampoco me porto bien.- Le respondí y me fui mas abajo para lamerle los testículos. A ratos me los metía a la boca y como eran igual de enormes dejaba que el miembro de santa descansaba pesado sobre mi linda cara. Esto era súper sexy y a el le gustaba.
- ¡Ya cométela!.- Me ordeno en ese momento. Pero yo no le hice caso y muy divertida seguí con mis mordidas.
-Tienes que obedecer a tus mayores.- Me dijo y en un movimiento me hizo abrir la boca para meterme su enorme pene. Cuando lo hizo choco contra mi paladar, pero gustosa la hice pasar por mi garganta.
Ahora mis movimientos no eran lentos ni tiernos, al contrario, había comenzado literalmente a mamarle la verga, moviendo mi cabeza, succionando con fuerza, despeinándose al hacerlo a esa velocidad. A ratos me ahogaba por el tremendo tamaño del miembro que tenía en la boca y paraba para respirar, pero inmediatamente después continuaba con mi trabajo, claro: escupiendo bien sobre el miembro esa mezcla de saliva y líquido espumoso.
Después el tomo mi cabeza y comenzó a mover sus caderas con ritmo como follandome por la boca. La escena podía verse agresiva, sin embargo yo lo disfrutaba de gran manera y con mis labios y mejillas seguía succionando con fuerza para darle placer al afortunado Santa que me estaba haciendo suya. De tal forma que una de mis manos acariciaba mis senos y la otra se había introducido en mis bragas para estimular mi clítoris. Estaba totalmente a su merced…
-Ya dámela!!.- Le dije en un momento que pare para respirar. Yo estaba más que dispuesta pero él me ignoro y de nuevo me la metió en la boca para hacerme guardar silencio.
- ¡Dámela, por favor!.- Le suplique después, ya que no aguantaba las ganas de tenerla dentro. Santa me miro divertido sabiendo que me tenia en sus manos. Me hizo sentarme sobre el sillón de la sala a un lado del arbolito de navidad, yo instintivamente separe mis piernas, pero el las tomo y las junto de nuevo para quitarme la tanguita rosa que usaba ese día y que por supuesto ya estaba mas que empapada con los jugos de mi excitación, la deslizo por mis caderas y salio de mis piernas sensualmente torciéndose en mis tobillos.
Acostada, dispuesta, deseosa, con solo un seno al aire y las piernas ligeramente separadas estaba más que ansiosa por tener sexo. Entonces el gordo y peludo cuerpo de santa se subió al sillón de mi lado. Este protesto por el peso y sin pensar que rechinaría. Separe más mis largas piernas para recibirlo.
Apretó mis lindos labios y Santa tomo su enorme y duro miembro y lo coloco  en la dirección correcta. Dejo caer un poco su cuerpo y con su peso entro la cabeza. Solté un
chillido de dolor e intente detenerlo poniendo mis manos en su gordo pecho. Pero ya era muy tarde… Porque Santa se dejo ir e introdujo un poco mas su miembro e mi. En ese momento quise chillar y mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Uffffff… Estas muy apretada.- Dijo Santa berreando como un toro mientras yo intentaba acostumbrarme a las sensaciones.
- Cállate y cogeme.- Le ordene testaruda y al instante Santa comenzó a moverse con dificultad y sin ritmo. Pero no paso mucho tiempo antes de que comenzara a moverse más rico a una velocidad constante. Yo comencé a gemir y chillar ya que el tremendo miembro Santa se abría paso en mi cuerpo cada vez mas adentro.
Santa me estaba cogiendo bien y bonito, embistiéndome muy rápido y con fuerza desmedida. Yo solo se aferraba al sillón, que no dejaba de rechinar coordinado con mis gemidos, soportando el dolor, gozando con el, al tiempo que mis senos saltaban al ritmo de las duras embestidas que Santa me daba.
De repente mis lindos senos ya se habían liberado del sostén, a lo cual, Santa aprovecho para lanzarse sobre ellos para besarlos y chuparlos. Como un niño chiquito que quiere leche, así mamaba mis pezones. Realmente le agradecí que hiciera todo esto, ya que así: el dolor se mezclaba con autentico placer y lujuria, haciendo mas deliciosa la copula.
- ¡Hay Santa, que rico coges¡.- Le dije con los ojos cerrados y entre gemidos sin dejar de aferrarme al sillón.
Santa, quien ya sudaba a choros, comenzó a bajar el ritmo de sus embestidas y con esto el rito del placer. Tenía una pésima condición física. Estaba muy cansado y ya no podía más…
-¿Que pasa Santa, ya no puedes?.- Le dije, lo hice a un lado y me puse de pie. Me quite el sostén y por un momento le mostré mi cuerpo totalmente desnudo. Quería que se diera cuenta que se estaba cogiendo a una verdadera diosa, así que mientras me acariciaba mi delicioso coñito perfectamente depilado, le dije:
-… Mira. Es tuyo.. y te lo estas cogiendo.-
Ahora yo me subí sobre el, haciendo que su tremendo miembro quedara justo debajo de mi. comencé a bajar lentamente separando con elasticidad mis piernas, ya que su gran barriga estorbaba. Aun con eso baje lo suficiente y tome el miembro de Santa para guiarlo e introducirlo en mi vagina.
-Eres toda una experta…- Me dijo cuando baje lo suficiente para quedar bien ensartada.
Parada en perfecto equilibrio sobre la punta de mis pies comencé a bajar y subir muy lentamente, disfrutando cada centímetro que entraba y salía de mí ser. Y ya con toda la verga de Santa bien adentro. comencé a cabalgarla a mi ritmo, domando aquella bestia. Lento, después mas rápido, haciendo círculos, moviendo las caderas, bajando bien profundo, rebotando como tanto me gusta.
No deje ni un segundo de cabalgar esa vergota. Era toda una viciosa. Santa hacia gestos raros y me decía:  “Espera, espera, espera.” Pero yo más rápido me movía. Llevando mis manos a la cabeza, recogiéndome el cabello y jugando con el, al tiempo que cabalgaba con fuerza haciendo que mis senos rebotaban de manera muy sensual. Con todo ese ruido que hacíamos mis padres podrían haberme escuchado pero nada me importaba en ese momento…
-¿No puedes con una mujer como yo?.- Le dije.
Esto toco el orgullo de Santa, ya que con un movimiento me tomo de mi cintura y me puso a cuatro sobre el piso, en segundos ya lo tenía detrás de mí moviéndose de manera descomunal, dándome bien rico. Haciendo coincidir el ritmo: cuando él iba para delante yo iba para atrás y me empalaba bien profundo.
Ese peculiar olor a sexo ya impregnaba toda la sala; mi sexo, el miembro de Santa, su sudor. Gotas de sudor que justamente caían sobre mi espalda y bajaban por mis costillas, deslizándose por mi vientre, buscando mi sexo. Justo cuando veía como el miembro de Santa entraba y salía de mi desprotegida rajita, ya que Santa no usaba condón pero a nadie le importaba. Lo único que quería era que me diera más duro:
- ¡¡Hay que rica verga tienes Santa… dame mas duro!!.-
El obedeció y poco a poco sus movimientos fueron cobrando más y más fuerza, apagando los míos. Mi cuerpo comenzó a ceder ante el cansancio y simplemente me deje caer dejando que santa hiciera de mi lo que quisiera.
- Ya no puedo más….-Gruño el de repente y en eso sentí como se inundaba mi cuerpo chorros y chorros llenaron mi interior y un increíble orgasmo me inundo de sensaciones y prácticamente perdí el conocimiento….

1 de Enero 2015

“Pero que dirá la Señora Clos…” “Navidad… navidad…” En eso me desperté, el reloj despertador del radio me había despertado, los locutores hablaban de las tonterías comunes. Yo había tenido un sueño muy raro y me dolía todo el cuerpo: mi cabeza mis piernas, todo… Estaba totalmente desnuda y no había rastro de mi ropa, y en mi buró un par de aspirinas y una notita que decía: “¡Pórtate bien!” Seguro fue mi mamá.

FIN ?

Unknown

Escritor, recopilador, sexólogo, psicólogo y filósofo. Amante de las mujeres.

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