I
La conocĂ cuando estaba en sexto o sĂ©ptimo grado en la primaria, Nunca supe de donde vino,no era del barrio. Simplemente un dĂa como cualquiera ,un dĂa como hoy (asĂ medio nublado) ,apareciĂł.
De purrete dábamos vueltas en bicicleta incesantemente con un ex-amigo llamado Jose (tampoco tenĂamos mucho para hacer) Como les contaba dábamos vueltas y junabamos en busca de historias e aventuras.
Un dĂa descubrimos la casa donde paraba ella con su familia. Era una casa humilde. Una casilla ,Bah. Rejas verdes, una bici destartalada atada a un poste. Un reno 12 hecho pelota estacionado en la vereda. Por las noche la luna parecĂa posarse en el techo del rancho.
No estaba dotada de gran belleza, tenia unos ojasos verdes eso si debo reconocerlo y estaba bien desarrollada. Un culo firme (pero claro a los 15 años todas tienen un culo firme) No era gran merito.
En fin estaba buena y era bien zorra, de eso nos dimos cuenta al poco tiempo.
Se paseaba siempre con el mismo jean gastado, se le colaba bien en el culo. me acuerdo se le notaba la tanga y para ese entonces 1998 las tangas no estaban muy de moda.
Por las tardes se la veĂa de la mano del Felipe. El Felipe era un pibe bastante rudo, un dĂa me trepe a un árbol para que no me cague a trompadas, no me acuerdo porque. En el colegio a la mañana andaba de la mano con el Seba... ese era un gil, pero era mas grande que nosotros
La madre trabajaba de enfermera o algo asĂ. Lo recuerdo porque expedĂa certificados de actitud fĂsica en una salita del barrio allá cruzando las vĂas del tren. Esos certificados eran necesarios para hacer gimnasia en el colegio. Todos o casi todos nos lo hicimos ahĂ. La madre de Tania te hacia el electrocardiograma, tenia unas tetas bien grandotas. A mi me pesco mirandoselas y se sonriĂł. Por suerte no se dio cuenta , de que me habĂa enpingado, o si se dio cuenta y por eso sonrio.
La directora nos prohibiĂł luego ir a esa salita y nos mando a hacer todos los certificados nuevamente. La salita era trucha, dijo . Tania defendiĂł a su madre diciendo que eran verdaderos ,solo que no tenĂan habilitaciĂłn municipal. Nunca supimos la verdadera historia. Tampoco nos importo.
Fui a una clĂnica a hacerme el apto medico y no habĂa allĂ tetas grandes que mirar. Soñe con esas tetas un año seguido. Recuerdo una noche frĂa de junio, Alguien que ya no recuerdo festejaba su cumpleaños de quince. Ahh si ya me acuerdo.. la gorda Antonella. TambiĂ©n me acuerdo porque me olvida de ella, pobre gorda. Todos la ignorábamos. DespuĂ©s se puso buena la gorda, fue a Slim. Siempre tuvo plata (la gorda) flor de alfajores se morfaba en los recreos.. y yo y el negro Jose no tenĂamos ni para unos zapatos. Toda la primaria con el mismo zapato sucio anduvo el negro,pa colmo lo habia heredado del viejo. En fin, el padre de antonella tenia una fabrica de gaseosas o algo asĂ. En el 2000 cuando se fue al carajo el paĂs la fabrica cerro y la gorda se la vio fulera.
Vuelvo a la fiesta: se armo quilombo esa noche en la puerta, por que unos pibes (el felipe , el seba y unos cuantos mas) que eran mas grandes querĂan entrar con escabio. Y como eramos todos guachos no querĂan los viejos que nos empedemos. Igual yo me tome una petaca de whisky que le chorie a mi abuelo, estube re puesto toda la noche. El viejo de la gorda se fue a la puerta saco la escopeta y se puso a Gritar - Fuera de aquĂ delincuentes, borrachos, negros de mierda! General Peron del orto, con Videla esto no pasaba! . (parece que era bastante nazi el padre de la gorda)
Esa noche nunca la olvidare, por dos cosas.
Primero porque el Felipe y Seba que andaban culo y calzon se enteraron que lo dos andaban con la tania y se trensaron a los golpes nunca mas volvieron a ser amigos desde ese dia. cada uno armo su banda de malandrines y dos por tres se peleaban. Eso estuvo bueno porque la Tania se quedo sin noviecito y andaba como loca buscando "amor"
Segundo porque bue...
Estabamos bailando los chakales, que estaban de moda y vino Marquitos corriendo con una sonrrisa de oreja a oreja. Un caso especial este Marquitos, El dĂa que lo conoci pense que era un pelotudo. Años mas tarde el me confeso que la primera vez que me vio penso, tambiĂ©n que yo era un pelotudo. Fue algo instantáneo, nos caĂmos bien desde el primer momento, en fin.
Marcos Vino corriendo con una sonrisa grande de oreja a oreja y nos dijo:
-la tranze, chicos la tranze y me toco la pija
-Boludo! hace diez minutos me tiro la goma - le conteste yo.
La chupaba bien , de arriba a abajo. Sin manos, jugaba con las pelotas. Se notaba que tenia experiencia. por eso la querrĂan tanto el felipe y el seba. Eso si tenias que acabar apuntando para otro lado. A mi no me importo, me hice el gil y se la derrame toda en la cara. Me acuerdo que quedo en el baño con el liquido elemento, blanco y espeso colgando de los labios y yo me cagaba de risa. Alcánzame algo para limpiarme dijo, y yo me fui a la mismisima mierda.
AsĂ fue, asĂ era ella. Petera solidaria. No discriminaba a nadie. Solo pedĂa que la traten bien. me repugnaba que sea como un animal en celo. pero en fin quien era yo para juzgarla. preferible utilizarla y descartarla.
Ella no buscaba amor, ella buscaba divertirse. Y eso era raro... raro porque tenia quince años ¿ o es que esta chica nunca tuvo sueños? ¿o se los rompieron muy temprano?
Con nosotros no cojia, Cojia con los de mas edad eso si. Y a nosotros no se nos ocurrĂa birlarles la mina a los chicos mayores del barrio. No querĂamos que nos recontra caguen a trompadas.
II
Un dĂa tan misteriosamente como apareciĂł, desapareciĂł. Fue cuando terminamos la secundaria, Ella se cambio de turno a la tarde, pero igual la veĂamos. Hacia petes en el baño durante el recreo. Andaba de novia con uno de la villa. quedo embarazada y abandono la escuela.
Con mi amigo el negro Jose (ese con el cual andábamos en bicicleta) Nos pusimos a sacarles informaciĂłn a los vecinos. QuerĂamos encontrarla, querĂamos nuestro pete semanal. Interrogamos al diariero, al maricĂłn del peluquero, al que iba casa por casa levantando quiniela clandestina. Nadie nos dijo nada. Todos se hacĂan los boludos. Algo nos escondĂan.
Años después supe la verdad, Una tarde volviendo de la facultad, con los libros bajo el brazo me cruce al Felipe en la estación de tren. El felipe me saludo como siempre:
- como anda el arquietecto, todo bien? no te sobra una moneda?
El felipe tenia mi edad, pero habĂa caĂdo en desgracia. El era adoptado y como siempre (desde chico) se la pasaba armando quilombo, los padres lo echaron de la casa. Felipe se dedicaba al alcohol desde entonces , no se drogaba porque no le alcanzaba. El me conto la verdadera historia de porque no vimos a Tania mas.
El padre de Tania vendĂa droga (el sabia porque le compraba) y lo metieron preso. Cuando vino al barrio por primera vez era porque lo habĂan largado y como no tenia donde ir cayo en el barrio, a vivir en la casilla del tĂo.
Pero el padre volviĂł a las andadas y lo volvieron a encerrar. Usaba el renault 12 para salir a repartir merca por los colegios y lo atraparon. Es curioso que el policĂa que lo encerrĂł fue Seba que se habĂa hecho poli.
Seba fue un poli bastante hijo de puta, Los delincuentes y la buena gente , todos le tenĂan miedo. Era muy abusivo, le encantaba hacerse el malo por ahi,con su gorra y su pistola. Con tales caracterĂsticas llego muy rápido a ser el comisario del pueblo. Felipe odiaba a el comisario , dos por tres le daban una golpisa y lo dejaban agonizando en la zanja de la plaza.
Felipe me contĂł que Tania se mudo a ciudadela con su madre y sus dos hermanos mas chicos. Tania se dedicaba a limpiar casas por hora.
Le pregunte si se acordaba del pibe ese de la villa y del embarazo. El no sabia nada.
Algunos decian que ella venia al barrio cada tanto. Se la veia entrar y salir de la comisaria.
Por esos años me pelee con mi amigo el de la bicicleta porque habĂamos comprado una camioneta entre los dos, una fiat 1500 y el boludo de mierda la choco. TodavĂa la estábamos pagando. El gil del negro la choco y se hacia el sota, no querĂa pagar lo que le debĂamos al dueño. -Devolvesela asĂ, chocada hecha mierda y que chupe pija- Decia. lo cague a trompadas al negro jose y me quede la camioneta. Eso si me tuve que hacer cargo de la deuda.
Un dia dando vueltas con la 1500 pase por lo de su tĂo y la cruce, estaba un poco mas gorda. Ahora tenia 20 años.
La chifle y ella se arrimo a la camioneta. Fuimos a dar una vuelta. Obviamente yo querĂa que me haga un pete.
No quiso dar la vuelta , tenia miedo que nos viera un poli , Seba es muy celoso- me conto. Cada tanto Tania venia al barrio a hacerle una "visita higienica" al comisario y gracias a ello su padre recibĂa trato preferencial en la carcel.
Fue muy gentil y yo también. Recordamos los amigos en común. Le pregunte porque abandono el colegio, me dijo que la cosa no resulto con el villero ese y tuvo que abortar. Por verguenza no fue mas al colegio (ibamos a una secudaria religiosa, la única secundaria del barrio) Luego sucedió lo de su padre, por eso se mudo.
Quise invitarla a tomar un trago pero no me anime. Me dijo que su madre estaba enferma. y que aparte de cargar con su propio hijo (rubencito), tenia que trabajar para mantener a sus hermanos menores.
Me dijo que estaba juntada con su marido que trabaja en una fabrica 12 hs al dĂa. Tambien me conto que estaba harta de el, que la golpeaba. SeguĂa junto a el por rubencito, su hijo de dos años.
Felipe el pibe piola, el malo del barrio el que me atormentaba en la juventud, el borrachin bardero de mi adolescencia. MuriĂł un 20 de junio de 2005. Dijeron que muriĂł de una enfermedad, que tenia SIDA. pero la verdad es que lo encontraron cabeza abajo , cubiertos de hierbas secas en un sanjon. Todo ensangrentado , producto de una brutal golpiza.
TodavĂa recuerdo las tardes en las que me quedaba con el tomando vino en la plaza o en la estaciĂłn de tren. Brindo por su salud. En el infiero que este, yo voy a ir pronto.
III
Hace unos meses trabajando de cadete en La Victoria, una cafeteria (a pocas cuadras de la casa rosada, pleno microcentro) la cruce por la avenida. Yo no la reconocĂ, estaba mas flaca y se opero las tetas. Dos melones enormes. TodavĂa conserva esos ojasos verdes y se tiño el pelo de pelirroja. tenia un jean que le apretaba bien la fresa, estaba flaquita. Divina o infernal.
Hablamos muy poco rato, porque yo estaba apurado (el cafĂ© se enfriaba) me dijo que alquilaba un departamento por San Telmo que me pase un dĂa, me dio su numero de telĂ©fono.
La invite a tomar algo y nos vimos en un bar. Me contĂł de sus cosas y yo de las mĂas
Me conto que su padre salio de la carcel pero nunca lo volviĂł a ver, que por fin se libro del molesto del comisario Sebastian. aunque aun de vez en cuando la llamava por telefono.
También me conto que su madre murió de cancer al poco tiempo de diagnosticada. y que sus ahora adolescentes hermanos se hicieron delincuentes.
Le pregunte por su esposo y me dijo que ese que la golpeaba la abandono hace mucho tiempo.
Por mi parte le conte que abandone la carrera de arquitectura, en fin no tenia mucho mas para contarle
Seguimos tomando y fumando. Recordando cosas Debatiendo sobre polĂtica, musica, los sueños perdidos, Las promesas no cumplidas. En el baño del bar arme una linea de cocaĂna y me la aspire. La invite con un poco y no quiso. Me dijo que ya no tomaba, que la habĂa dejado.
Fuimos a caminar por ahĂ, nos sentamos en un banco de plaza y cometĂ una equivocaciĂłn pregunte por algo que no me importaba: por su hijo.
Ella rompió a llorar. La tercera vez que cayo internada por sobredosis en el hospital Muñiz, Una jueza le saco la tenencia del nene y ahora lo tiene su padre (ese que la golpeaba), Allá en el chaco.
- Hace dos años que no lo veo, mi chiquito. DecĂa y lloraba
Fue difĂcil remontar el momento, pero lo hice. Me invito a seguir tomando y fuimos a su departamento,la estábamos pasando bien, bahh bien.. bien no, pero eramos dos almas solitarias que se encontraban. Fui porque no tenia nada mas que hacer y siempre me gusto escabiar. Es verdad que ella estaba muy linda. pero no me seducĂa. La veĂa muy enferma, se la notaba cansada. la vida hizo estragos con ella. Estaba venida a menos. Me hacia recordar al Felipe en su ultima Ă©poca. Esa misma mirada, esos gestos.
Tania me acariciaba la pierna y me mostraba su escote. Sin embargo siempre hubo algo en ella que me repugno, nunca supe bien que. Le dije que no, que estaba cansado. Que tenia sueño, que tal vez fue una mala idea todo esto.
A ella no le importo, me arranco la ropa y me arrincono contra la pared del baño. Me desabrocho la bragueta, quede con el pijo al aire. La agarro de cuajo y la metió en su boca
Asi que, ahà estábamos los dos en la misma situación exactamente igual a la de hace mas de 10 años.
Estuvo un rato entretenida en al asunto hasta que se hecho a reĂr
- No me vas a hacer lo mismo que la ultima vez no?
yo me reĂ , la verdad es que podĂa haberle tirado todos los pibes ahĂ mismo, en su negra cara no me importaba. Ya me querĂa ir.
- Ya creciste papito ahora podemos hacer otras cosas ademas de un oral - DesafiĂł
La arrastre a la cama y la sarandie como un campeĂłn (tenia que demostrarle de que estaba hecho). Agote todos mis recursos. Fueron mas de 45 minutos de batalla intensa, pero ella seguĂa guerreando como si nada, super caliente.
Ya sin fuerza me recosté y deje que ella haga lo suyo.
Me cabalgo como nunca antes nadie lo habĂa hecho.
Me cabalgo por su historia
por su padre narco
por ese que amo y la desvirgo a los 14 y le destrozo el corazĂłn
por el villero que a los 17 la embarazo y tubo que abortar
por el comisario que la acosaba
por su marido golpeador
por su drogadiccion
por su madre enferma
por sus hermanos chorros
por su hijo, que crece sin madre.
Lo hizo por oficio, No me lo dijo pero lo deduje.
Ese departamento era su cuartel, trabaja de prostituta, lo se.
Su manera de hacerlo. La habitaciĂłn con las cortinas cerradas, las luces rojas, su tĂ©cnica de gustativa de poronga, la heladera vacĂa, su vestimenta , el vino barato, NingĂşn retrato familiar, Todo eso la delato.
Acabe al poco tiempo y ella también.
QuerĂa rajarme pero no me dejo
-Quédate a dormir- me dijo y me abrazo - sabes que desde chico siempre me gustaste-
No pude negarme, no tuve opciĂłn. La abrase y me quede a su lado, cuchareando.
- Pienso que podrĂamos estar asĂ el resto de nuestras vidas- me dijo.
En cuanto se durmiĂł profundamente (producto del alcohol y las pastillas consumidas) sigilosamente como un ninja, me puse los pantalones y gane la puerta.
Cerré despacio, sin hacer ruido y me fui.
Para nunca mas volver.
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