Con mis 18 años, era una chica excepcional, me gustaba que todos me miraran y
debo admitir que tenia con que, mi altura 1.75 con mi cabellos rubios lacios,
unos pechos muy erguidos medianos, una cintura estrechísima y mi cola bien
paradita y menudita. No me podía quejar, llamaba mucho la atención.
Esto
sucedió en el transcurso del ciclo escolar, yo iba a un colegio normal, me
divertía mucho hacia lo que quería, entre todo lo que hacía, me hacía muchos
amigos, por ejemplo el celador del colegio, un tipo de unos 45 años, gordo
sucio y enorme, re baboso, pero conmigo era buenísimo, yo me reía mucho viendo
la cara de bobo con la que me miraba todo el tiempo. Siempre me decía que le
presentara a mi tía, que era la profesora de matemáticas, pero yo me reía y lo
tomaba como un chiste, ya que mi tía lo odiaba, decía que era un baboso
asqueroso y que iba a hacer todo lo posible para echarlo.
Mi
tía, Roxana, tiene 33 años, linda por donde se la mire, castaña oscura con el
cabello apenas pasando los hombros, unos pechos medios grandes bien parados,
una cintura diminuta, era como de avispa y terminaba en esa cola tan salida
para afuera y redonda y bien parada que es lo que más llamaba la atención, ella
siempre se viste muy sexy, con pantalones bien ajustados o polleras ceñidas al
cuerpo que marcan su curva posterior.
Todos
los días la saludaba en la escuela, baja la atenta mirada de Mario, el celador.
Un
día al llegar a mi casa, mis padres me comunicaron de que les había salido un
viaje a Europa y que se irían el lunes, siendo yo tan chica me dijeron si no
tenia problema en quedarme en lo de mi tía, yo triste por no ir, pero feliz por
quedarme libre de padres, acepte sin dudarlo aunque fuera por un mes
aproximadamente, estaba acostumbrada a estar con mi tía y salir a divertirme
con ella.
Con
el correr del tiempo Mario me preguntaba mas sobre mi tía, me preguntaban si
estaba casada, cuantos años tenía, si salía con algún tipo, si le gustaba
salir. Yo le contestaba sinceramente y teniéndole un poco de lastima, ya que mi
tía en su vida se fijaría en el, siendo que lo odiaba.
Luego
en uno de los recreos me fui a hablar con ella, ese día llevaba puestos unos
pantalones negros que le marcaba mucho la cola, apuntaba directamente al cielo,
mientras hablábamos, miré para el lugar de Mario y ahí lo vi mirándola,
babeando casi, estaba como segado.
Al
otro día en el recreo como siempre me fui a hablar con él, estaba más
insoportable que nunca con el tema de que le presentara a mi tía y yo no sabía cómo
decirle que mi tía no se fijaría en él ni por un millón de dólares, sin que lo
tomara a mal, pero bueno después de darle unos rodeos, pude salir de la
situación sin tener que decirle la verdad.
Al
llegar la salida, el se acerco a mí y me dijo –Flor, le voy a mandar un mensajito
al cel. a tu tía, me voy a hacer el anónimo, después decime que dijo.
Al
llegar a la casa de mi tía, ella estaba en el baño, así que con muchísima
curiosidad, decidí ir su cuarto y tomar el celular, rápidamente entre a los
mensajes y leí el mensaje, eran pocas palabras y directas, decía “No puedo
parar de mirarte todo ese cuerpazo que tenes, me gustaría probarlo y ver si me
resiste”, yo deje el celular donde estaba y salí de su cuarto pensando en lo
desubicado que podía ser Mario. Me daba vergüenza preguntarle a mi tía e iba a
quedar más que evidente que yo tenía algo que ver, así que no le pregunte nada,
y ella tampoco me dijo nada. Al otro día Mario me dijo “Le llego?? Te dijo
algo?? Yo con nervios, le dije que no, el puso cara de disgusto, entonces me
dijo “A la salida le voy a mandar otro”, yo sonriendo y ocultando la
incomodidad le dije que bueno.
Al
llegar a casa, repetí la misma fórmula, y leí el nuevo mensaje que decía “Un
fin de semana te aguantaras?” Yo sin saber qué hacer, salí del cuarto callada,
mientras almorzábamos ella y me comento de un admirador anónimo, así me dijo y
que si yo no sabía quién podía ser. Yo le dije que no tenía ni idea, y ella me
dijo “-Bueno si mañana me vuelve a escribir, le voy a contestar”
Al
otro día en el recreo Mario me volvió a preguntar, yo le dije lo que me había
dicho mi tía textualmente, el sonrió de oreja a oreja, bueno a la salida le
escribo.
Cuando
llegue a casa, no perdí tiempo y fui directamente a leer lo que había escrito
abrí y leí, decía -“Te aseguro que nunca probaste algo como lo que yo tengo,
hasta duele un poco” Yo lo deje rápidamente, pensando en que estaba enfermo con
lo que decía.
Mi
tía no me dijo nada hasta el almuerzo cuando se sentó frente a mí y me dijo
“Flor, este sábado que vos salís con tus amigas, yo quiero conocer al admirador
del celular, así que vos salí y yo lo conozco”. Yo no dije nada, solo afirme la
opción y no pensé en nada mas, cuando me fui a dormir no entendía como una
mujer como mi tía le gustaba recibir esos mensajes tan directos y desubicados,
pero bueno, tal vez era todo un juego y cuando viera que era Mario lo iba a
dejar tirado.
Al
otro día en el colegio, Mario se acerco rápidamente a mí en el colegio y me
dijo en tono feliz -¡Mira lo que me escribió tu tía! Yo agarre su celular
escépticamente y leí, decía “Hay que ver para creer, el sábado próximo si
queres vení a cenar a las 10 y vemos”
Al
llegar el sábado como a las 8 de la noche, mi tía se había bañado y perfumado,
al salir de su cuarto como a las 9, vi que se había puesto un pantalón ajustado
blanco y un top ajustado también blanco, junto con unos tacos altísimos de unos
10 cm. mas o menos, la verdad que se veía increíble, cuando se daba vuelta se
le veía mucho la cola a través de la delgada tela del pantalón. Yo rápidamente
me fui a juntar con mis amigas y al no encontrarlas no sabía qué hacer, si
volvía que iba a hacer, iba a molestar y hasta tal vez mi tía me regañara
enfrente de Mario y nos mandara a los dos bien lejos, por no decir otra cosa.
Quedarme dando vueltas por ahí, de noche, tampoco era buena idea, así que
decidí volver y entrar por el garaje hasta mi pieza y acostarme sin que ella lo
notase.
Ya
estaba adentro cuando sonó el timbre a las 10 en punto y llego. Ella fue a
atender y se quedo callada un rato, supuse que al verlo, lo insultaría y lo
echaría a volar, pero no fue así, hablaron no se qué, porque estaba yo muy
lejos y no podía escucharlos, y entraron, luego de comer, casi callados todo el
tiempo, se pararon y fueron para el cuarto de mi tía. Entraron rápidamente y
dejaron la puerta junta, yo tarde unos minutos hasta escuchar unos sonidos
raros, en acercarme, cuando me asome por la junta de la puerta, vi a mi tía en
los brazos de Mario, él le tocaba el culo con las dos manos, abriéndole los
cachetes.
Ella
bajaba su mano hasta la cremallera de él, una vez que le desabrochó el pantalón
se lo bajó y le bajo el calzoncillo y apareció un miembro muy gordo y largo,
muy grande y venoso, ella no perdió el tiempo y lo agarró y lo acariciaba con
una mano.
Mario
le metió un dedo en la raya del culo a mi tía y ella comenzó moverse como
meneando su cola, incitando a que le tocara mas el culo.
Mario,
con un movimiento rápido soltó la cola de mi tía y saco el top de ella, para
comenzar a apretar sus grandes pechos, los estrujaba fuertemente mientras que
le decía que estaban muy ricos y grandes, luego se los llevo a la boca,
metiendo toda su cabezota entre ellos, mi tía levantaba la cabeza gimiendo y le
decía que siguiera. Yo estaba boca abierta observando y poco a poco sintiendo
una sensación rara atravesando todo mi cuerpo.
Paso
poco tiempo así, cuando mi tía voluntariamente se puso de rodillas, agarro ese
miembro enorme y comenzó a pasárselo por la cara mientras que lo miraba a Mario
y le preguntaba si le gustaba eso, el gemía y le decía que se la tragara toda,
ella rápidamente lo hizo, pero solo entraba hasta la mitad, ella succionaba
fuertemente, parecía estar obsesionada por ese miembro, lo acariciaba, besaba y
recorría entero con su lengua.
Al
parecer Mario no aguanto más el deseo y con un movimiento violento levanto a mi
tía del cuello, y le bajó de un solo tirón su pantalón blanco, dejándola casi
totalmente desnuda, solo tenía una minúscula tanga blanca y sus tacos, en la
miro diciendo “Que putita sos, mira las tanguitas que te pones, te gusta que te
la pongan, por eso las usas” mi tía en lugar de contestar solo gimió o dio un
si gimiendo, Mario se recostó en la cama dejando su gran estaca apuntando al
techo y le dijo a ella “Vamos putita, vení y cabálgame” mi tía con una caminada
bien exagerada se acerco hasta la cama, se sacó la tanga y se puso sobre él,
poco a poco fue metiendo ese miembro enorme en su interior, al copas de sus
gritos de placer y dolor, hasta que se la metió entera, se quedo un rato quieta
y luego comenzó a moverse sobre él, primero despacio y luego con toda la furia
que parece que tenia, clavándose todo ese enorme aparato en su ser, mientras
gritaba de placer, estaba sacada totalmente, sus pelos se sacudían para todos
lados, Mario también gozaba mientras que sus dos manotas se habían aferrado a
la hermosa cola de mi tía y la movía contra su miembro a su antojo. Mi tía no
paraba de gemir y moverse, al poco rato Mario le dijo “Me vengo putita!!”, mi
tía lejos de decir algo, acelero sus movimientos y Mario gimió fuertemente
acabando dentro de ella, mientras que ella también parecía que acababa y se desvanecía
sobre el cuerpo de él. Ambos estaban bastante sudados y cansados parecían,
mientras que Mario le decía “Sabia que tarde o temprano ibas a ser mía, sos la
mujer más exquisita que me he cogido”.
Yo
pensé en lo que él decía y era un poco obvio, el no era un tipo atractivo, en
realidad estaba muy lejos de serlo, pero mi tía había accedido totalmente a él,
siendo que ella tiene un cuerpazo y puede tener al hombre que quiera, lo había
elegido a él y se le notaba feliz. No lo podía entender mucho.
No
paso mucho tiempo y ahora ambos hablaban muy bajo, así que solo veía que movían
los labios, de pronto ambos se levantaron, Mario entonces la tomo por el cuello
a mi tía y la giró indicándole la cama, ella puso cara de desaprobación
primero, pero luego accedió y luego él le decía “Vamos acomódate como lo
perrita que sos” mi tía sonreía ante el insulto y obedecía como si estuviera
feliz, al estar en cuatro patas, se podía notar aun más la tremenda cola de mi
tía, era perfecta, bien redonda y pulposa, Mario se puso detrás suyo y se
escupió la cabezota de su miembro, para luego apoyarla en la entrada de la cola
de mi tía. Ella no tardo en reaccionar y grito “Ahhhh, no para” el no hizo caso
y siguió entrando en su hermosa cola. Ella se quejaba mas fuerte a medida que ese
monstruoso miembro le seguía entrando, de pronto Mario la metió mas, lo que
hizo que ella levantara la cabeza gritando “Ahhhhhhyyyy no, por favor, sácala
noooo ahhhhh” pero él la sujetaba de las caderas fuertemente y le decía “Falta
poco, aguanta putita, después vas a pedirme que no te la saque”, en realidad
faltaba bastante entrar, así que Mario se inclinó un poco sobre la espalda de
ella y empujo un poco más, metiendo otro pedazo. Ella se inclinó, quedando casi
su cabeza sobre las sabanas y tomo mucho aire y lo soltó. Mario empujó más y ya
casi la tenía toda adentro. Ella volvió a gritar “Nooooo, bastaaaa, sacalaaaa
ahhhhhhyyy!!” Y movía la cabeza para los costados negando. Pero Mario empujo lo
último de su enorme miembro y termino metiéndosela toda en el interior de su
hermoso culo, ella se quejaba y seguía gritándole “¡¡¡Sácala, basta, por favor
ahhhhhyyy, me duele mucho!!!”, pero no era la intención de Mario obviamente, el
se la dejó adentro y le decía “Aguanta un poco perrita, que ahora se viene lo bueno”,
ella había dejado su cabeza ya sobre las sabanas y respiraba hondo y soplaba
fuerte soltando el aire, era obvio que le dolía mucho. Tardo bastante, hasta
que su respiración se hizo normal, Mario al darse cuenta, ahí empezó a
bombearle el culo sacando y metiendo su miembro primero lentamente, pero igual
mi tía volvió a sentir dolor y gritó “¡¡Mas despacio cabrón!! El paro un poco y
de a poco iba subiendo el ritmo, el gemía cada vez mas y empezó a darle mas
duro, ahora los golpes eran fuertes en cada embestida y mi tía se iba cada vez
mas para adelante dejando su culo mas y mas parado, Mario cada vez aceleraba su
ritmo, al tiempo que ella seguía gritando pero con algunos gemidos en cada
metida, de pronto ella se puso de nuevo firme y colocándose en cuatro patas
nuevamente, entonces Mario sin perder el tiempo se subió un poco sobre ella y
rodeándola con sus brazos, le agarro sus tetas mientras que la seguía cogiendo
fuertemente, en realidad él le daba muy duro y mi tía gritaba “¡¡Mas despacio
te dije, por favor!!” “¡¡Me duele mucho!!” Pero él debía estar muy caliente
teniendo la posibilidad de romper ese hermoso culo, lo agarraba fuertemente de
los glúteos, se los abría bien y se la enterraba cada vez con mas fuerza,
chocando sus huevos con el cuerpo de ella, de pronto comenzó a gemir cada vez
mas fuerte y grito “¡¡Ahhyyy ya acabo, te voy a llenar este rico culito de mi
leche puta!!” Y le dio con todo hasta que acabó, haciendo gritar más a mi tía
por la fuerza del empuje. Luego de estar quietos unos cuantos minutos, yo
estaba con la boca abierta sin poder creer lo que acababa de ver, como podía
ser que mi tía que lo odiaba hubiera estado con Mario y se dejara hacer todo
eso que se dejo hacer, pero de pronto mi tía le dijo a Mario que se saliera de
encima, que quería ir al baño, yo rápidamente y en silencio me fui para mi
habitación pensando en acostarme y esperar que no me descubriera.
No sé
cuánto tiempo habrá pasado que yo estaba acostada, tal vez media hora, eran
como las 3 de la mañana cuando escuche un fuerte grito de mi tía, mas fuerte
que ninguno, rápidamente me levante para ir a ver qué sucedía, cuando llegue al
mismo lugar a donde había estado viendo hace unos minutos, escuche el fuerte
ruido de la cama, parecía que se estaba por quebrar, miré detenidamente y vi a
mi tía boca abajo con las piernas juntas y a Mario dándole por el culo con una
velocidad tremenda, era terrible como le daba y en cada enterrada ella gritaba
“¡¡Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhggggg!!” pero él disfrutaba cada vez mas y tomaba mas
envión para clavarla de nuevo, la cama parecía que se caería haciendo un ruido
espantoso, Mario estaba transpirado totalmente y colorado y le gritaba a mi tía
“¡¡Vamos, pará bien el culo carajo, que te lo quiero romper putita!!”, ella
lejos de enfadarse por la forma en que el la trataba, levantaba mas su cola.
La
tuvo mucho tiempo embistiéndola fuertemente contra su culo, hasta que acabó de
nuevo y la sacó, gimiendo fuertemente, mi tía gemía aliviada, no sé como
resistía.
Mario
se levanto y se empezó a vestir, yo supuse que para irse, pero cuando él lo
estaba haciendo, mi tía se levanto, con algo de dificultad y le dijo “Ya te
vas??, no sos tanto como decías?? Esa pijita no aguanta mas??” Mario sonrió
maliciosamente pero enfadado al haber tocado su orgullo, y dándose vuelta
rápidamente, tomó a mi tía de los pelos y la tiró sobre la cama, para luego
sujetándola de los pelos dejarla en cuatro patas, sin nada de preámbulos, metió
todo su miembro en su interior y empezó a moverse salvajemente, haciendo crujir
increíblemente la cama, mi tía intentaba mantenerse y paraba aun mas su cola,
mientras que gritaba desaforadamente y buscaba aire, sus manos comenzaron a
intentar manotear a Mario, como intentándoselo sacar de arriba mientras que le
decía “Pará, pará, basta cabrón” “Mas despacio, me estas partiendo” pero Mario
estaba enceguecido con su culo y parecía que se lo taladraba, ella temblaba y
su cara de dolor era apreciable, ella gemía y lloraba del dolor a la que la
sometía “agggghhhhhhh” “Ahhhhggyyyyyy” Mario seguía transpirando y acelerando
cada vez mas su ritmo, lo que hacía que el cuerpo de mi tía fuera y viniera a
un compás salvaje, sus pechos se sacudían fuertemente y Mario se subió un poco
mas arriba de ella para alcanzarlos con sus manos a la vez que seguía montándola,
mientras que le gritaba casi al odio “¡¡Esto es lo que querías puta, es esto
¿no?!!” “¡¡Te voy a destrozar este rico culo, puta de mierda, sos mi puta
ahora!!” y aumentaba el ritmo de su bombeo, mi tía no paraba de gritar y entre
sus gritos decía casi gimiendo “¡¡Siii, soy tu puta, sigue por favor, voy a
dejarte que vengas a mi casa a cogerme cuando quieras y como quieras, seré tuya
y haré lo que me digas, además dejare que te cojas a mi sobrina si queres!!” yo
me quede helada al escuchar eso de mi tía, pero una sensación de intriga y
excitación atravesó todo mi cuerpo, algo que nunca había sentido, curiosidad de
porque mi tía hacia eso, que se sentiría, porque estaba fuera de sí, tanto le
gustaba?? Realmente no lo podía entender, pero mi cuerpo sentía mucha
curiosidad.
Seguí
observando, y mi tía gritaba ante cada embiste brutal de Mario, el la agarraba
de los pelos y la hacia atrás, los gritos y gemidos de mi tía debían oírse en
toda la cuadra casi, sudaba mucho también y se aferraba a las sabanas con
fuerza, resistiendo la brutalidad de la penetración que sufría, porque Mario
casi saltaba arriba de ella, haciendo que la cama hiciera unos ruidos
infernales, entraba y salía su miembrote de ese hermoso culo y ella lo paraba
mas, para recibirla mejor, no sé cuánto tiempo estuvieron así, hasta que Mario
no pudo aguantar mas y acabó dentro de ella gimiendo descontroladamente
“Ahhhhhhhhuuhhhhh”, luego la sacó y se la puso en la boca, ella como pudo,
totalmente desvanecida chupó para limpiar los restos de semen que tenía su
gordote miembro, el gemía levemente, con aires de grandeza y de pronto sentí
que miraba para donde yo estaba, era imposible que me viera, imagine yo, pero
su mirada tan directa me hacía sentir una sensación extraña de miedo e intriga
imposible de entender.
Cuando
llego el lunes, estuve hablando con Mario, el se veía muy contento realmente,
casi no me pregunto por mi tía, yo me reía por dentro, sabiendo que él creía
que yo no sabía nada, pero era todo lo contrario.
Al
otro fin de semana, supe que ambos se iban a volver a ver, ese fin de semana
salí a bailar, así que no se que pudo pasar, pero sé que él estuvo ahí, mi tía
también estaba muy eufórica y simpática, mas que de costumbre, no podía
entender como al gordo baboso, como ella decía, ahora lo quería tanto. Esa duda
me recorría por dentro con ánimos de preguntar, pero no podía decirle que había
visto, así que pensé en intentar preguntárselo a Mario.
No sabía
cómo hacer para preguntárselo, ni cómo encarar el tema, era muy prohibido para
mi, un jueves como cualquier otro, mi tía me dijo que el fin de semana se iba a
una convención y que me dejaba sola, que tuviera cuidado, yo lo vi perfecto
para poder citar a Mario y que él me contara todo.
Llego
el sábado y a Mario le dije que fuera a eso de las 7 de la tarde, como siempre
me vestí muy bien, pero me puse ropa un poco provocativa, unas botas altas, un
pantalón blanco ajustado que se traslucía un poco mi tanguita blanca también,
una remerita blanca también ajustada con una escritura, y mi pelo bien suelto,
así generalmente me visto para salir a bailar, pero ese día me vestí así para
ver la reacción de Mario.
Rápidamente
se hizo la hora y Mario llego puntualmente, pude sentir su mirada en todo mi
cuerpo, me miro detenidamente mis pechos y cuando me di vuelta para que pasara,
gire y puede ver como se quedo mirándome fijamente la cola, yo me sentí muy
bien al ver que había llamado su atención y tal vez competía con mi tía en
atractiva. Luego se sentó, y empezamos a hablar de cosas sin sentido, yo me
paraba de vez en cuando y sacaba cola para ir a buscar algo, o me pasaba cerca
de él, jugaba al ver que el me desvestía con la mirada. De pronto, sonó el
teléfono, yo fui a atenderlo y como está en una mesita chiquita, me agache en
ángulo de noventa grados para atenderlo, sacando mi cola más y dejándola bien a
la vista de Mario. Yo me sorprendí al saber que era mi tía, y me gire para ver
a Mario cuando decía que era ella, el de pronto cambio la cara y se le hizo una
gran sonrisa. Yo no entendí pero me ríe también y luego mi tía me despidió.
Volví
a sentarme y yo entonces le dije que ya venía, me pare y cuando me estaba yendo
hacia la cocina, el me tomó del brazo y luego sentí un cachetazo fuerte, yo
grité de dolor y me asuste y entonces Mario me tomo de la cara y me dijo -¡¡Quédate
quieta y tranquila gatita, que estoy acá porque tu tía me dejo que te cogiera
toda la noche!! ¡¡Me tenés más caliente que tu tía, yegua, te quiero romper el
culo!! Yo temblaba de miedo y no lo podía creer, cuando fui a gritar el me puso
la mano en la boca y me empujó contra la pared, y luego me dijo amenazantemente
-¡¡Quédate callada, y no te preocupes que este pedazo te va a comer por todos
lados!! Y luego me punteo con su entre pierna sobre la mía, yo comencé a
llorar, pensando en mi tía y en cómo me podía haber entregado, aunque al mismo
tiempo sentía mucho calor interno al sentirme sometida igual que ella. El me
tomó mis manos con una sola mano de él y las puso sobre mi cabeza, luego con su
mano libre me empezó a manosear violentamente mi cola, mientras que su boca me
besaba y yo intentaba oponerme, eso pareció no gustarle porque se separó de mi
y con su mano libre me sacó a la fuerza mi remerita y mi corpiño rompiéndolo a
los tirones, yo quede con mis pechos al aire, yo intente soltarme, pero él me
dijo -¡¡Quédate quieta!! Y luego me comenzó a tocar mis tetas de forma
desesperada, los apretaba, juntaba y separaba y lamía por ahí, era realmente
muy asqueroso, de pronto su otra mano me soltó y se fue directamente a seguir
manoseando y apretando los cachetes de mi cola. Yo no sabía qué hacer y me
quedaba quieta, llorando. De pronto me sujeto fuerte, tomándome por la cintura
y me dio un beso muy fuerte y asqueroso, apoyando su bulto contra mí.
Luego,
me agarro los pelos con una mano y con la otra se bajo el pantalón y su slip,
dejando ver su miembro enorme completamente duro frente a mí, yo me quede
helada, nunca había visto un miembro en vivo y en directo, y menos tan gordo,
el sujeto aprovechando mi asombro, rápidamente se puso contra la pared, y tirándome
del pelo me hizo arrodillar, tomó su gran pene con la mano y comenzó a luchar
para ponerlo en mi boca, yo lo esquivaba como podía, y no abría la boca, pero
el sujeto me pasaba su miembro por la cara, ya el gozaba con esa humillación,
pero luego me grito y tiró de mi pelo fuerte hacia arriba -¡¡Vamos abrí la boca
o te dejo pelada pendeja!! Yo medio que intente abrir la boca y el aprovecho
rápido para meter por lo menos la gigante cabeza de su miembro, el sabor y olor
eran repugnantes, quería vomitar me sentía demasiado humillada, lloraba
desconsoladamente esperando que la pesadilla terminara pronto. Luego de moverse
un poco intentando hacer entrar un poco su miembro en mi boca, me levantó y me
agarró de la cintura, y me llevó a la cama. Yo estaba muerta de miedo, pero sabía
que no había vuelta atrás, estábamos los dos solos y el aprovecharía muy bien
la oportunidad, cuando estuvimos parados frente a la cama, el me giró y
quedando de espaldas a él, pude sentir como me apoyaba vilmente sobre mi
pantalón, luego sus manos se las ingeniaron para rápidamente despojarme de él,
quedando solo con mi pequeña tanguita blanca de algodón, yo temblaba al
sentirme completamente desnuda y teniendo detrás a ese sujeto que había estado
haciéndole un montón de cosas a mi tía, a él debió gustarle lo que vio, porque
rápidamente se puso atrás mío y me punteo fuertemente, y sus manos me sujetaron
por delante de mis pechos, su aliento agitado en mi nuca me hacía sentir presa
de su incontrolable deseo y morbo al tenerme absolutamente impotente entre sus
gordas manos, luego me dijo al oído con tono meloso -¡¡Vamos bebe, subite a la
camita y ponete en cuatro!! Yo lagrimeando, pero sin protestar lo hice,
mientras que él, se acomodaba atrás y seguía apoyándome hasta el cansancio,
luego bajo mi tanguita dejándola a la altura de mis rodillas y paso su mano por
mi vagina, la cual estaba húmeda, pero virgen todavía, poco a poco sentí como
su miembro se acercaba mas a la entrada de mi ser, entonces me voltee y le dije
-
¡Suavecito, por favor! Y volví a darme vuelta sonrojada por lo q acababa de
decir, sintiéndome una puta, de pronto sentí un fuerte dolor en mi vagina, el
sujeto acaba de meter la cabezota de su miembro de un golpe, con mucha fuerza,
y seguía metiendo el resto lo que me provocó un fuerte dolor y grite bien
fuerte -¡¡Noooooo, hijo de puta, soltame!! Pero el lejos de hacerme caso me
dijo -¡¡Tu tía siempre dice lo mismo y significa que quiere mas!! Y riéndose,
me penetró el fondo y comenzó a gran velocidad a penetrarme, yo no paraba de
llorar y gritar, las lagrimas me desbordaban y el dolor era intenso, mientras
que sentía como el gemía y estaba agitadísimo por la violencia de sus
movimientos, no sé cuánto tiempo el sujeto me tuvo así, creo que perdí la
noción del tiempo, solo pensaba en el dolor, hasta que de pronto el gimió
fuerte y sentí como acababa dentro mío. Yo me sentí muy mal, humillada
completamente, y llore desconsoladamente sin parar, el se salió de mi y se
quedo parado al costado de la cama, yo no podía moverme del dolor que sentía, y
solo lloraba sin parar. El estaba parado y me dijo:
-¡¡No
llores tanto, que ahora viene lo mejor, le toca el turno a tu rico culito!!
¡¡Me va a costar metértela, pero como sea te la voy a meter!! Y luego se rió a
carcajadas, yo no podía imaginarme nada, solo lloraba y me sentía usada y
abusada, entonces el me dijo -¡¡Volví a ponerte en cuatro!! Yo temblando lo
hice, tal vez después se iría rápido, luego él se coloco atrás y con una mano
me apretó fuerte sobre la espalda, haciendo quedar mi cara contra el colchón y
con su otra mano empezó a dirigir su gordo miembro hacia mi cola, poco a poco
empezó a empujar, hasta que sentí que me empezaba a romper mi orificio y grité
aullando -¡¡Nnnnnooooo, pará hijo de puta, Nooo entra!!
¡¡Ahhhhhhhhhhhgggggggggggg!! ¡¡Sácala hijo de puta degenerado aaaahhyyyyyy!! El
mundo estalló a mi alrededor, era brutal, bestial, indescriptible el dolor, no
imaginable, por dentro la presión seguía y yo sentía que el maldito quería
perforarme hasta los intestinos. Como podía movía la cabeza para los costados
desesperada. Mientras lloraba sin parar, el gozaba y gritaba -¡¡Este es el culo
más estrecho y pequeño que me he cogido!! Yo gritaba desesperada y golpeaba el
colchón, entre lagrimas, mientras que abría la boca buscando desesperadamente
aire, no sé cuánto tiempo fue, pero sentí como su ingle se apoyaba sobre mi
cola, entonces él se puso sobre mi y con su boca en mi nuca me dijo -¡¡Sentila
bien pendeja rica, que te voy a dejar este culito mas abierto que el de tu tía
jajajajajaaj!! Y luego comenzó un vaivén violentamente contra mí, yo gritaba de
dolor y buscaba aire ante tanto dolor, me embestía fuertemente, como
queriéndome partir, y yo solo lloraba, cuando empecé a acostumbrarme al
sufrimiento instintivamente intente parar mi cola en cada empujón, no sé cuánto
tiempo paso, hasta que de pronto él con un nuevo grito acabó -¡¡Ahhuuuugggggg!!
Y lleno mi cola de su asqueroso liquido. Luego se acostó al lado mío y me dijo
-¡¡Voy a esperar un rato y te la voy a volver a poner en el culo, me ha
encantado!! Yo me quede tirada, no podía moverme del dolor que sentía, y
lloraba desconsoladamente.
Después
de un rato de estar acariciarme el pelo, me dijo -¡¡Vamos es hora de volver a
gozarte pendeja!! Y con un movimiento rápido, me levanto y me acomodó de
rodillas con las manos apoyadas en el respaldo de la cama, quedando mi cola a
su disposición, rápidamente él se puso detrás, se escupió un poco la mano, y se
paso la saliva por la cabeza de su hinchado miembro, luego casi gritando apoyó
la cabeza en mi cola y empezó a presionar, volví a sentir ese terrible dolor
que instintivamente tiré una mano para atrás para intentar frenarlo, pero él me
agarró la mano y mi dijo con un grito -¡¡Nada de manotazos, no te pongas
histérica y empezá a sentirla que te voy a volver a partir!! Y empujó mas
fuerte y me penetro completamente, yo di un alarido de dolor
-¡¡Aaaagggggggggggyyyyy!! Era brutal el dolor y me retorcía del dolor, mientras
él me decía -¡¡Sentila adentro de tu hermoso culo pendeja!! Y comenzó un vaivén
salvaje que duro unos interminables y dolorosos 10 minutos creo, hasta que se
quedo quieto, con su miembro todo clavado en mi, después empezó a sacarla casi
toda y empujar con todo para adentro, sus huevos golpeaban contra mi cola y yo
gritaba en cada embiste, hasta que se puso casi encima mío y tomándome de los
pechos me bombeo en movimientos cortos y termino nuevamente en mi cola aullando
de placer y yo gritando de dolor, humillación y un poco de placer prohibido.
Desde
ese momento empecé a entender porque mi tía se sumía al, y desde ese momento el
comenzó a venir seguido a vernos a ambas.
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