Mi tío me desea...


Esto paso cuando tenía 12 años, siempre he sido bajita pero a esa edad ya empezaban a salirme los pechos y mi tío lo noto.

Mi tío me gana por 22 años, así que cuando ocurrió el tenía 34 y yo 12. La cosa es que siempre me quedaba en casa de mis primos gemelos, yo era la consentida de mi tía, la hija que no tuvo, y mi tío siempre me consintió mucho (aún lo hace...)

El día que me quede a dormir en la casa de ellos, uno de mis primos se puso mal, por lo que íbamos a ir al hospital, pero mi tía dijo que solo iría ella y que los demás nos quedáramos.
Al cabo de un rato mi otro primo se puso nervioso, alerta y mi tío (Arturo) le dio leche caliente para que se tranquilizara. Al final quedo dormido.

Yo estaba algo cansada así que fui a cambiarme y me puse la batita que siempre llevaba, muy chica me quedó, se veían mis calzoncitos blancos, pero no lo tomé en cuenta. Baje con mi tío a la sala a esperar a mi tía y primo. Después sonó el teléfono y Arturo fue a contestar, llegó con una cara pensativa y se sentó a seguir viendo la tele.

Poco a poco sentía la mano de mi tío tocándome las piernas, subiendo a los muslos y masajearlos, no le vi lo malo, pero si le mire y él me dijo "para que no tengas frío"...

Le creí.

Empecé a sentir un calorcito por ahí abajo, en mi conchita y mi respiración se vio dificultosa. Arturo lo notó y me cargo con facilidad para montarme en sus piernas, yo no decía nada, solo pude ver su cara muy seria, roja, como conteniéndose, me acariciaba y sus manos pasaron a mis pompis, se metieron a mi batita y subieron poco a poco hacia mis pechitos.

"Me quieres Carlita?"

"Ssi-ii, sí tío..."

"Cuánto?"

"Mu-u-mucho"

Y me besó. Al principio fue solo los labios, pero yo abría la boca para respirar y el aprovechó para meterme lengua. Me asusté, pero me concentraba mas en sus manos, en sus pulgares tocando mis pezones ya bien duritos.

"Tío, tío, tío"

"Te gusta Carlita? Te gusta que te toque?"

"Ssssii"

"Te sientes bien?"

"Meeee quemóoo, picaa"

El sabía que me refería a mi conchita, me sentía ansiosa, excitada, necesitada.

"Lo se bonita, voy a calmarte"

Me llevó cargando a su cuarto y me desnudo toda, miró mucho tiempo ahí abajo y me tape pudorosa. El me dijo que no me tapara, que era muy linda, le dije que me daba pena, entonces él se desnudo y me dijo "estamos iguales".

Pero para nada iguales. Le salía una anaconda ahí entre las piernas, la vi con curiosidad y me preguntaba de donde había salido, el noto mi miraba y la acerco a mi cara, "tócala" me dijo "puedes probarla con la oca, pero nada de morder heee!"

Poco a poco lo hice y el empezó a gemir bajo, luego fuerte, me asuste porque pensé que lo había lastimado, "no no, lo haces muy bien mi niña, entre más me oigas así, mejor lo haces, eres muy buena". Esas palabras me alentaron, aunque me sabía raro lo seguí haciendo, no me cabía en la boca, por lo que solo lo chupaba, lamía y besaba mucho, junto con mi manos. Lo sentí vibrar fuerte y mi tío se acomodo para besarme de nuevo, él era el doble o triple de mi estatura.

"Voy a hacer algo que te gustará mucho, estate quietecita"

Lo obedecí y cerré lo ojos, cuando los abrí el no estaba, lo vi entre mis piernas, viendo mi conchita.

"Tan suave, rosa, como una flor, hueles muy rico mi vida"

Me sonroje, por pena y vergüenza, trate de que no me viera ahí, por ahí se hace pipi y no quería que me viera, pero él no me hizo caso y empezó a comerme.

Se sentía muy rico y su barbita me hacia cosquillas. Sentí que me iba a orinar, se lo dije y el empezó a meterme su lengua más adentro.

Tuve mi primer orgasmo.

No me avisó cuando me abrió las piernas y me penetró de golpe, lloré pero no grité ya que él me tapaba la boca con su mano. Al comienzo fue despacio, mis jugos ayudaron a que se deslizara, pero el gruía constantemente.

"Ahhh, tan estreeecha, tan rica!"

"Ah ah aaaah"

"Así bebé, muee-vee-vete para mi, siiiientes riiico?"

"SI! SI!"

"Dilo! di que te gusta la verga de tu tío"

"Ahh aaaaah!"

"DILO!"

"Me gusta tu vergaaaaa!"

Y exploté en otro orgasmo. El salió de mi aún duro, pude ver mi sangre en su polla, la limpió un poco con mis calzoncitos y acercó su verga a mi cara.

"Vamos bebé, te daré lechita y te irás a dormir, ok?"

Yo asentí, esperando a que fuera por la leche, pero me abrió la boca y me metió el pene, solo la cabeza y empezó un mete saca lento pero continuo hasta que se corrió. Al principio me quede con la boca llena y los cachetes inflados, el no sacaba su verga y me tenía sujeta de los cabellos. "Trágatelo" dijo, y lo hice. Me felicitó y me limpió toda la sangre, semen y jugos que tenía en mi conchita ahora roja y en mis muslos.

"Carlita" me llamó después de que me arropó en la cama "Esto hacen los adultos para decirse que se quieren, ok?" Yo asentí, aunque no entendía, me ardía mi conchita, el lo notó "A los hombres nos gusta mucho, pero también nos gusta que sea secreto, ok" asentí "Te quiero mucho Carlita, y tu a mí, por eso lo hicimos, disculpa si te lastime, la PRÓXIMA vez no te dolerá, lo prometo"

Y se salió.

Me dejó pensando mucho, a pesar de que estaba cansada no podía dormir... los adultos hacían eso para quererse, a los hombres les gusta, tenía que ser secreto... eso se repetía una y otra vez en mi mete.

Era joven y llegue a la conclusión de que quería ganarme el amor de todos mis tíos, y uno que otro hombre que yo a mi tierna edad admiraba mucho.


Sí, mi tío no se dio cuenta ese día, pero había hecho de mi una puta con ganas de verga madura.

Unknown

Escritor, recopilador, sexólogo, psicólogo y filósofo. Amante de las mujeres.

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